domingo, 29 de septiembre de 2024

Cuentos de adolescentes

Cuentos del campamento, bajo la dirección de Elio Fidel López Velaz me recordó a mí misma, a mis preguntas y sueños de adolescente, a mis amigos de entonces...

Anabel Serrallonga Hidalgo en Exclusivo 16/10/2014
0 comentarios

“Adolescente viene de la palabra adolece, pues en esta etapa las personas adolecen de responsabilidad, de madurez…” me recitaron una vez; y yo, con mis dieciséis años, no supe qué responder.

No creo, ni creí en aquel momento; que la adolescencia fuera una etapa de completa rebeldía sin motivos y falta de compromiso y conciencia. Más aún, me parecía una real y tremenda falta de respeto que alguien me dijera en mi propia cara que adolecía de tantas cosas tan solo por ser joven.

A mis dieciséis años no renegué de mi edad, de mi juventud, de mi inexperiencia y, mucho menos, de mi rebeldía. La adolescencia es un período de conflictos y definiciones; no es un tiempo fácil ¿y es que alguno lo es?

Cuentos del campamento, bajo la dirección de Elio Fidel López Velaz me recordó a mí misma, a mis preguntas y sueños de adolescente, a mis amigos de entonces. Sin embargo, me mostró la adolescencia que no tuve, los problemas que no me afectaron, las realidades que no viví. Me reafirmó que existen niños a los que la vida los arrastra a la adultez.

Estos son los muchachos y muchachas que el profe Elio nos trae a escena: Royland y sus deseos de probar su hombría a los demás; Natalia, víctima de su propio esplendor de mujer en ciernes; Patricia, y el desarrollo de su sexualidad; Jaime, que lucha de la peor manera contra los complejos; Chapotín, y su incomprensión de las diferencias.

Y dentro de este terremoto de decisiones e incomprensiones los jóvenes de la historia sólo tienen un guía, un compañero: su profe. Él escucha, duda y actúa basado en su instinto, en sus experiencias; no juzga, solo intenta arreglar una realidad que se le va de las manos.

Guionista, director y profesor se funden en la puesta en escena de Elio Fidel. Un poco de sí ha dejado en el libreto de la obra como un poco de nosotros están en Patricia, Royland y Jaime.

Y es que Cuentos del campamento es una obra para adolescentes. Preguntan los actores y responde un público, mayormente comprendido en esa edad. Intenta Elio, de esta manera, integrarlos a la dramaturgia, los incita a tomar posiciones, a sentirse implicados: a pensar.

Así, el grupo Té-Atro y su proyecto para adolescentes “La litera” asaltan el escenario de la Orden III (más conocido como el teatro de la Colmenita)para dialogar con estos jóvenes, para hacerlos hablar y, también, para escucharlos.

En tan grande empeño solo el talento, el esfuerzo y la buena voluntad de los jóvenes actores del Instituto Superior de Relaciones Internacionales y de su profesor y guía Elio Fidel López Velaz han sido capaces de convertir un sueño en arte.

De obras como Los 15 boys de Calais, Todo por uno y Después de la z (algunas, presentadas por profesionales en las tablas de la capital) el grupo de teatreros del ISRI han transitado de lo tradicional al reto de hacer teatro adolescente.

Y por si fuera poco, los Cuentos… han sido todo un éxito. No solo lo demuestran las numerosas admiradoras adolescentes que ya tienen estos muchachos sino, además, las múltiples reflexiones que ha provocado la obra.

Si usted, como yo, no cree ser ya un adolescente, Cuentos del Campamento, es una buena propuesta. Realmente, nadie sabe cuándo la adolescencia y sus conflictos vuelvan a dislocarnos nuestras creencias.


Compartir

Anabel Serrallonga Hidalgo


Deja tu comentario

Condición de protección de datos