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sábado, 5 de octubre de 2024

Cuba no es moda...

Es cultura en Iberoamérica, en el mundo. Lo fue antes del 59, lo ha sido en todo este tiempo. Lo es ahora...

Mayra García Cardentey en Exclusivo 27/10/2016
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Cualquiera pensaría que la cultura cubana es redescubierta desde hace dos años, cuando se restablecieron las relaciones con Estados Unidos y los valores artísticos del país parecen fluir, con mayor asiduidad, en el panorama internacional.

Cuba entonces aparece como destino de moda para artistas e intelectuales que llegan al rincón caribeño como si encontraran a un Robinson Crusoe, solitario y endeble, tan solo con la compañía de Viernes.

Pero este país no es isla abandonada, no es moda, no es fashion, no es adorno vintage. Muchos antes que llegaran estos “nuevos descubridores”, ahora con permiso americano, la nación y sus creadores tenían visa avalada en el ámbito cultural. Cuba es CULTURA en Iberoamérica, en el mundo. Lo fue antes del 59, lo ha sido en todo este tiempo. Lo es ahora.

Y eso es poco, casi improbable de ignorar.

El propio poeta mexicano Julio Moguel lo afirmó: “Cuba es la nación de mayores aportes a la cultura latinoamericana en el último medio siglo”.

El director de la Feria Internacional del Libro Acapulco 2016 brindó sus argumentos: “lo es no solo con su producción literaria, artística, científica, sino por sus extraordinarios esfuerzos por generar un vínculo intercultural sólido y perdurable entre los países continentales de habla hispana”.

Ahí está Casa de las Américas, con ese inmenso caudal de proyectos, actividades, libros. Signos de rebeldía y pensamiento.

Pero están además Alejo Carpentier, José Lezama Lima, Nicolás Guillén, el gran poeta de la negritud lationamericana… escritores que transitan del barroquismo a la poesía más criolla, de la ensortijada literatura a la más musical lírica.

Y ¿quién olvida a Cintio Vitier, al grupo Orígenes, Dulce María Loynaz, Carilda Oliver Labra? ¿Quién renuncia al Mario Conde de Leonardo Padura?

No es solo literatura. No. Cuba ha legado al quehacer artístico iberoamericano más que letras. Ha mostrado su capacidad para la conservación patrimonial, su inmenso interés por mantener inmaculada parte indispensable de la historia del continente.

Y emergen entonces los casi 500 años de La Habana Vieja y su sistema de fortificaciones; los palacetes, mansiones, catedrales y castillos. O la Villa de la Santísima Trinidad, nacida de la industria azucarera, con sus empedradas calles y la Plaza Mayor.

Todo una mezcla de barrocos y neoclásicos. De historia, arquitectura, cultura que sobrevive a la contemporaneidad.

Porque la Isla es eso y la Tumba Francesa también. Ese amasijo de expresiones músico-danzarias que matizaron las noches de las zonas cafetaleras donde descansaban los colonos franceses y esclavos emigrados de Haití

Esa mixtura de ritmos atraviesa la música cubana y a su vez trasciende y alimenta la mayoría de los ritmos de los pueblos de América. Y viene el minué, el rigodón y carabiné. Y más conocidos y autóctonos la conga, la habanera, la rumba, el bolero, el cha cha chá, el son, el mambo. El danzón.

¿Cómo olvidar a Esther Borja, Benny Moré, Bola de Nieve, Elena Burke, Omara Portuondo, Pedro Junco, Rita Montaner?

¿Cómo ignorar a Polo Montañez, los Matamoros, la Aragón, la Riverside, los Van Van?

¿Quién desconocería temas emblemáticos como “El manisero”, “Siboney”, Guajira Guantanamera”, “Lágrimas negras”, “La engañadora”, “Veinte años”, “Mamá Inés” o el célebre “Chan Chan”?

Hay de igual forma, una insoslayable huella en las artes visuales iberoamericanas de los grandes íconos pictóricos de todos los tiempos. Hay en la América mucho de Amelia Peláez, de Portocarrero, de Lam…

Fue Cuba nación crisol de influencias. E influyó también.

Aunque no ha sido fácil tampoco. Primeros habitantes. Colonización. Luchas de independencia. Nueva colonización. Más lucha. Revolución. Resistencia.

Porque la cultura cubana ha sido en Iberoamérica eso. Sin duda.  Una cultura de resistencia.

Hay quienes piensan que Cuba, el destino cubano, la cultura cubana, comenzó, recomenzó hace dos años. Hay quienes piensan que llegan a la Isla a descubrir un arte incipiente, inerve, inexperto. Hay quienes creen que siglos, o apneas 50 años han sido nada en materia creativa. ¡Que borren a Carpentier, a Guillén, a Omara, a Fabelo!

A ver si pueden…


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Mayra García Cardentey

Graduada de Periodismo. Profesora de la Universidad de Pinar del Río. Periodista del semanario Guerrillero. Amante de las nuevas tecnologías y del periodismo digital.


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