//

jueves, 3 de octubre de 2024

¿Cómo contar un cuento?

Para conocer los códigos del arte de la narración oral y sus secretos, cada martes y jueves de diciembre y enero la Casa del Alba en La Habana acoge el taller “La contemporaneidad y el cuento oral”...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 04/01/2016
0 comentarios

Hay quienes tienen el don de contarnos un cuento y hacernos sentir parte de él. Sonríen, ensanchan su mirada, se sirven de su cuerpo y sus sonidos propios para ofrecerle efectos a la historia, y apenas nos percatamos de que todo es fruto de un talento compartido desde el corazón y la magia de contar.

¿Podemos aprender a contar cuentos? ¿Todos los cuentos pueden ser contados? ¿Cuánto puede disfrutar el público adulto que le cuenten una historia?

Parece fácil, y cualquiera puede pensar que basta con aprenderse el texto de memoria y dramatizarlo un poco, pero la narración oral necesita de mucho más, por lo que Cubahora conversa con el narrador oral Osvaldo Manuel Pérez, profesor principal del taller “La contemporaneidad y el cuento oral”, que se imparte cada martes y jueves de diciembre y enero en la capitalina Casa del Alba.

—¿Cómo contar cuentos desde la escena?

—No es lo mismo dramatizar un cuento que escenificarlo. Cuando se cuenta una historia desde la dramatización o la actuación se va a la acción, se interpretan los personajes y nos ponemos sobre la piel de cada uno de los que participan en la historia.

“Sin embargo, cuando contamos un cuento desde la escena, se narran sucesos desde la escena, algo que pasó y no forma parte del presente. El narrador cuenta la historia, interactúa con el público, pero se coloca fuera de la trama y no asume ningún personaje en ella?”.

—¿Requiere preparación actoral un narrador oral?

—Aunque se manejan códigos del teatro y puede que un actor sepa contar un cuento, no es directamente proporcional una cosa con la otra. Por lo general, el vicio del actor es aprenderse los textos de memoria y el momento de narrar demanda mucho más que eso.

“En la narración oral se usa la memoria desde el punto de vista social y emotivo, no para aprenderse los textos de memoria. El cuento puede cambiar, pues el narrador oral debe versionarlo a partir de la esencia e intercambiar con el público. Hace un trabajo con la cadena de sucesos de la historia y la reinventa.

”Ciertamente el narrador oral y el actor tienen como punto en común el proceso de la reinvención y la improvisación como proceso de trabajo, pero la narración oral requiere del juego con el público y de servirse no solo de la palabra, sino también de la gestualidad y el desplazamiento escénico”.

Osvaldo Manuel destaca que, a diferencia de otros países, Cuba padece la ausencia de una escuela formadora de esta especialidad. “La narración oral puede ser una especialidad de la actuación, piensan algunos. Yo digo que el narrador oral es un artista escénico, tenemos un calificador de cargo para evaluarnos como artistas profesionales de la palabra. Aun no nos ponemos de acuerdo, y mientras tanto Mayra Navarro, Elvia Pérez y otros, cuya experiencia en la narración oral es loable, tienen sus escuelas talleres para preparar a muchos narradores”.

—¿Todos los cuentos pueden ser contados?

—En principio, sí, pero si el texto tiene una carga descriptiva muy fuerte, el narrador pierde su esencia y el público puede aburrirse. No es recomendable tampoco narrar un cuento escrito en primera persona o con muchos diálogos.

—¿Cómo contar cuentos para adultos y para niños?

—Es difícil para los narradores orales asumir la diferencia. Los niños son un público divino. Por ejemplo, yo me remito mucho a la técnica del clown, juego con la repetición de frases, finales sorpresas, mirarlos a los ojos. No se le puede contar el cuento de manera lineal a un niño.

“Para los adultos el trabajo cambia. Hay que diferenciar un cuento literario de un chiste que, aunque se reinventa, sigue siendo un simple chiste. Hay que buscar el sentimiento en quien te escucha, es importante la conversación escénica. Cómo te cuento la historia, cómo te involucro en la historia que te quiero contar para que mi arte no muera justo cuando termine de contar el cuento. Esa es la esencia”.


Compartir

Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


Deja tu comentario

Condición de protección de datos