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sábado, 5 de octubre de 2024

Campamentos con swing

Miles de jóvenes participaron en los campamentos de verano, una original propuesta de la Unión de Jóvenes Comunistas para sumarle alegrías a esta etapa estival...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 30/07/2016
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Muy pocos se conocían antes ni habían estado lejos de sus casas, de sus familias, del trabajo, del barrio y hasta de sus provincias; sin embargo, el contacto de unos con otros, el intercambio, las risas, los abrazos y el aporte colectivo avivó en ellos el deseo de hacer más. Ese optimismo también ha alimentado su disposición, entusiasmo y el valor moral y productivo de su gesto. Quizás por ello, los casi 2000 jóvenes que participaron en los campamentos de verano recordarán por muchos años esa iniciativa de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC).

Esta ha sido una original propuesta para sumarle alegrías la etapa estival, que ya casi descorre su primer mes. A la vez fue una oportunidad para el aprendizaje, el intercambio, el trabajo creador y la recreación sana y útil, pues desde su concepción como uno de los acuerdos del X Congreso de la UJC, numerosas instituciones, organismos, entidades y organizaciones, abrazaron la idea para que creciera con fortaleza.

Así fue en los 16 campamentos, uno por provincia y el municipio especial, que acogieron a cien jóvenes con resultados destacados en el estudio, el trabajo y la defensa, entre el 17 y el 24 de este mes. Como novedad, ningún joven participó en el campamento de su propia provincia, sino en otra, lo que le permitió conocer y vincularse con otro territorio. Así, por ejemplo, los noveles de La Habana viajaron a la Isla de la Juventud; los de Camagüey a Las Tunas; los de Holguín a Granma… y viceversa.

Según Susely Morfa González, primera secretaria del Comité Nacional de la UJC, fueron maravillosas las experiencias en los nueve días que los jóvenes estuvieron en los campamentos. “Cada provincia diseñó un programa intenso para atenderlos y en su conformación intervinieron directamente los jóvenes, con sugerencias y propuestas. Por ello vincularon la recreación con la historia y el aprendizaje y, por supuesto, no faltaron las jornadas productivas”.

Excursionismo, jornadas productivas, conferencias con personalidades de la ciencia y el deporte, competencias deportivas, cursos de formación vocacional, talleres sobre el impacto ambiental, interacción con las nuevas tecnologías, presentaciones de libros, festivales temáticos y otras sorpresas caracterizaron esta etapa inicial del proyecto, el cual nació de los que organizaban las Brigadas Técnicas Juveniles, durante el período vacacional.

También hubo acampadas, rutas históricas, recorridos a escenarios de pasajes de las luchas libertarias de nuestro pueblo, diálogo de generaciones, así como visitas a hospitales, hogares maternos y de niños sin amparo familiar, círculos infantiles y escuelas de formación integral. Esos nueve días de intercambio fueron espacio para contribuir al conocimiento y desarrollo en la formación integral de los participantes, fortalecer sus hábitos, habilidades, valores y principios.

La satisfacción y la alegría se reflejaron en el rostro de los jóvenes. Muchos aseguran que esto “es una forma más de estimularlos, porque a veces queremos llegarle a todos los jóvenes y no es suficiente”. Otros opinan que esta “es una idea extraordinaria y fueron bien acogidos en las provincias”. Y hay hasta quienes aluden a lo intenso de los programas diseñados, pero “vale la pena, porque de esa manera podemos conocer toda una ciudad, su historia, su gente, compartir entre amigos, vincularnos a la sociedad”.

Aunque muchos pudieran pensar que los campamentos fueron solo para militantes de la UJC, hojear los listados de cada territorio desmiente tamaña opinión. A ellos fueron miembros de las federaciones de Estudiantes de la Enseñanza Media y de la Estudiantil Universitaria, del Movimiento Juvenil Martiano, de las Brigadas Técnicas Juveniles, de la Asociación Hermanos Saíz; así como instructores de arte, obreros, combatientes, jóvenes del sector no estatal… Una muestra amplia y diversa como lo es nuestra juventud y su sociedad.

Aplaudamos entonces esta iniciativa que han servido para estrechar lazos de cariño y amistad, para contribuir al aporte económico de una nación, para fortalecer y visualizar una organización que camino a sus 55 años tiene que seguir siendo joven. Aplaudamos que el proyecto haya sido también un regalo especial al líder histórico de la Revolución, cercano ya a su cumpleaños 90. Y aplaudamos también que los acuerdos del X Congreso de la UJC y los miles de planteamientos de los jóvenes parecen no engavetarse.

Y lo mejor de todo: la experiencia —asegura la Primera Secretaria del Comité Nacional de la UJC— se repetirá el próximo año y con más jóvenes. Eso es una buena noticia, y hasta hace realidad aquellas palabras del Che, cuando en su discurso, el 20 de octubre de 1962, por el segundo aniversario de la integración del movimiento juvenil cubano afirmó que “…La juventud tiene que crear. Una juventud que no crea es una anomalía, realmente”.


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Yuniel Labacena Romero


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