Corría el mes de febrero de 1979 cuando Bárbara Castillo (Baby), quien fungía como responsable de actividades en la Casa de la Cultura de Calzada y 8, en el capitalino municipio Plaza de la Revolución, llamó al hoy Premio Nacional de Música para que organizara unos jam sessions en la sala teatro de la emblemática institución.
“Debido al éxito que tuvimos, eso generó que por allí pasaran grandes músicos cubanos, y algunos extranjeros. Entonces se me ocurrió la idea de celebrar un Festival de Jazz en Cuba”, recuerda el maestro.
Según el multiinstrumentista, la primera edición del Jazz Plaza se celebró, modestamente, el 14 de febrero de 1980, como un espacio para descargar, bajo la dirección artística de Fabio Alonso:
“Escogimos esa fecha por ser el Día de los enamorados y porque el jazz, aparte de las muchas tendencias y formas que tiene, como el rock jazz, el jazz sinfónico, el free jazz, incursiona además en las baladas románticas que interpretaron cantantes como Nat King Cole y Ella Fitzgerald”.
- ¿Qué significación tuvo esa génesis del Festival Jazz Plaza en la Casa de la Cultura de Calzada y 8?
–En esa época el jazz no gozaba de la atención que tiene hoy en Cuba ni había conocimientos teóricos profundos sobre sus orígenes. Por eso estudiamos dónde surgió y salió a la luz su relación con los negros esclavos, que venían de África, y fueron maltratados y vilipendiados en los Estados Unidos. A ellos se les escamoteó toda su cultura pero a través de los spirituals, los cantos religiosos de las iglesias y los blues, lograron exteriorizar sus tristezas y sus problemas.
“Así es como se origina esta música que es tan significativa porque une a los pueblos y tiene el don, como dijo Alejo Carpentier, de evolucionar dinámicamente, y apropiarse de todo lo que vale y brilla para crecer cada día más.
- Consulte además: Bobby Carcassés o el jazz nuestro de cada día
- ¿Qué significa la palabra pasión para usted?
–La palabra pasión es la que tiene que mostrar un músico cuando toca o canta sobre la escena. Un instrumentista que solo lee la partitura, sin entregarse, está vacío por dentro. Hay instrumentistas que producen muchas notas pero no dicen nada.
“Cuando interpretamos el jazz nos entregamos y nos concentramos. Hay una relación, una vibración interna, entre nosotros mismos y el público logra sentirla. En cada concierto y en cada presentación nuestra basta con observar la concentración del público y la afinidad hacia nosotros. Y eso es un elemento fundamental para el resultado del jazz, el amor, la paz y la música”.
- ¿Cómo se evidencian todos esos elementos en el volumen, editado por Jesús David Curbelo, que usted acaba de presentar como parte de la edición 32 de la Feria Internacional del Libro de La Habana?
–Dentro de mi libro La improvisación en el jazz y en la música cubana (publicado bajo el sello Ediciones Museo de la Música) planteo, explico y doy luz a toda una serie de secretos y algunos misteriosos caminos que, aparentemente, tiene el jazz pero que, en definitiva, están todos a la mano.
“Improvisar es volar. Es salirse de la jaula del cuerpo. Improvisar es encontrar soluciones en la búsqueda de la verdad. Mi método de improvisación en el jazz es el resultado de la fusión entre la actuación, la práctica del yoga, el ejercicio de las artes plásticas y la filosofía, sin la cual el ser humano no puede saber en el mundo donde está viviendo.
“Mi libro está dedicado a Armando de Sequeira Romeu quien me develó ese misterioso universo del jazz y me enseñó a tocar el contrabajo. También a Leonardo Acosta, mi maestro en muchos aspectos. Él fue quien me instó a seguir escribiendo”, concluye Carcassés.
En La improvisación en el jazz y en la música cubana se pueden encontrar, conjuntamente con los textos escritos por el investigador, galerías de fotos de instrumentistas con los que Bobby ha compartido escenario, obras pictóricas del artista, canciones, partituras, backgrounds, playbacks y una lista de reproducciones, muy útiles, sobre todo para los estudiantes del sistema de enseñanza artística nacional.
Según la Agencia Cubana de Noticias, el texto está disponible, en formato epub, en la plataforma digital Sandunga. El volumen tuvo su primera presentación durante el XIX Coloquio Internacional Leonardo Acosta in Memoriam del Festival Internacional de Jazz y la segunda, aconteció recientemente en el Museo de la Música.
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