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sábado, 5 de octubre de 2024

Arte desde el barrio (I)

Los proyectos culturales surgidos en las comunidades impulsan las ganas de crear de sus habitantes y en no pocas ocasiones cambian sus vidas...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 14/08/2016
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LA DANZA ORIENTAL BELLYDANCE

Lograr la armonía entre el cuerpo y el espíritu, ese es, entre otros, uno de los mayores beneficios que ofrece el baile, sea cual sea su modalidad y origen social. La danza oriental, conocida por lo general por la línea de la danza del vientre o bellydance, permite además una especie de desconexión entre las partes del cuerpo bajo el dominio de la mente, y es por ello que vemos que se puede mover la cabeza sin que el resto del cuerpo se entere, o las caderas, o los hombros, o el abdomen, y el beneficio es incuestionable.

Lo perciben y disfrutan así las niñas y adolescentes que cada miércoles, de 6:00 de la tarde a 8:00 de la noche, reciben clases en el Museo de Historia Natural, en la Habana Vieja, donde radica el proyecto sociocultural Ámbar.

Surgido el pasado enero, Ámbar promueve la enseñanza de las diferentes danzas orientales, incluyendo las folclóricas, y no solo la bellydance, bajo la dirección de Idiamis Caballero, quien antes de concebir el proyecto, era simplemente una madre que llevaba a su hija a recibir estas clases en la Unión Árabe de Cuba.

“Como casi todas las madres aspiraba a que mi hija estudiara ballet clásico o baile español, pero desde chiquita ella solo se motivaba al escuchar y ver bailar a Shakira. Con el ánimo de estimular sus potencialidades y canalizar esas motivaciones visite la Unión Árabe y dejé mis contactos para participar en algún proyecto de enseñanza de danzas árabes. Nos llamaron meses después, y con el vínculo que fui creando al llevar a mi hija a las clases, me interesé por estudiar y aprender más de esos temas, y el proyecto surge, precisamente, para que profesoras y alumnas en general, se diviertan y disfruten los beneficios de la danza árabe”.

A partir de los cinco años, las niñas pueden recibir estas clases, y no existe límite de edad. “No tenemos límite de peso pues esta danza, según se conoce, también puede incidir en la reducción del peso corporal. Lo importante es que se tenga el interés por bailar este tipo de danza, y por eso disfruto tanto mis clases con mis niñas, pues en ellas veo la que yo fui tiempo atrás, con los mismos deseos y sueños”, comenta Dorenmis Ferrer Caballero, bailarina y coreógrafa del proyecto Ámbar.

Caballero cuenta que el vestuario es confeccionado por ella, su madre y las de las alumnas. “Es difícil conseguir las telas específicas y coloridas, así como los canutillos, las lentejuelas y la pedrería en general. Pero es muy gratificante tener un sueño y echarlo a volar. Tenemos poco tiempo en este trabajo pero aspiramos a crecer. Por ahora, a partir de septiembre, pueden sumarse a Ámbar quienes así lo deseen, contactándonos los miércoles en el Museo de Historia Natural o escribiéndome al correo idiamisvivar@gmail.com”.

DANZA FLAMENCA DESDE EL SOLAR

Quienes prefieren taconear, palmotear y energizar el cuerpo con la danza flamenca pueden llegar al lugar ideal para ello. En la calle Maloja N.o 24, en el barrio habanero de Los Sitios, se aprecia el contraste que ofrece la práctica de este baile desde el salón de un típico solar habanero. Allí radica desde el 2005 el proyecto sociocultural A Compás Flamenco, dirigido por Karelia Cadavit, quien precisa a Cubahora que no es un proyecto subvencionado y que se nutre emocionalmente de manera constante de sus propias alumnas.

“Es muy peculiar el trabajo que realizamos y cada niña o adolescente que recibimos en las clases tiene una historia familiar peculiar, con lo que comprendemos la importancia de lo que hacemos más allá de la simple enseñanza del flamenco y la guía de sus pretensiones artísticas. Motivamos en ellas las ganas de ser alguien en la vida, de ir hacia adelante y superar cualquier obstáculo.

”Luego de once años de trabajo y con el apoyo constante de la Fundación Antonio Gades y el prestigioso Centro de Arte Flamenco y Danza Española Amor de Dios, A Compás Flamenco recibe el asesoramiento técnico y metodológico además de la bailarina María Juncal, quien nos ha visitado en nuestra sede junto a otras importantes figuras de la escena flamenca internacional.

”Una vez al año se hacen los intercambios culturales, y por ello es importante destacar que impartimos el flamenco de primera mano. Nuestros profesores viajan a España y se forman allá, y muchos de los que allá laboran también nos visitan y comparten sus experiencias. Gracias a la voluntad de muchos amigos, todos los accesorios que empleamos para nuestro trabajo son originales, dígase los mantones, abanicos, castañuelas, tacones…”.

Lisandra Fernández fue una de esas niñas que se integró al proyecto hace unos años y que hoy funge como profesora. “No imaginas cuanto he aprendido desde mi rol de maestra, pues ves el error en otras personas, lo corriges y perfeccionas tu trabajo. He vivido experiencias muy emocionantes en la propia casa de Karelia, donde impartimos las clases, hasta en los escenarios de Madrid donde nos hemos presentado”.

Karelia precisa que durante todo el año recibe alumnos, a los que espera que se sumen varones, pues hasta ahora solo existen niñas en las clases. “Los cursos son de octubre a julio, de lunes a viernes, de 5:00 de la tarde a 9:00 de la noche, y los sábados en las mañanas. Las puertas están abiertas”.

Más de 300 proyectos comunitarios como estos en el país impulsan las ganas de crear de sus habitantes y, en no pocas ocasiones, cambian sus vidas. Impulsan las inquietudes artísticas que poseen, contribuyen a enlazar nuevas relaciones sociales y colorean el panorama creativo.

La vicepresidenta del Consejo Nacional de Casas de Cultura Margarita Mejuto destaca que esta institución forma parte del Sistema Nacional de Casas de Cultura y se encarga de la asesoría artística y técnico metodológica del movimiento de artistas aficionados y de los instructores de arte.

“Se trata de promover el trabajo cultural comunitario y asesorar a sus hacedores para que se realice con calidad. No apadrinamos, pero les damos un seguimiento y nos vinculamos a los grupos gestores de esos proyectos y los apoyamos en la medida de lo posible.

”Es importante subrayar además que las experiencias son muy interesantes y diversas, en tanto trabajamos en diferentes escenarios, como las asociaciones de discapacitados, el Plan Turquino, las prisiones, las escuelas, los hogares de ancianos. Es un trabajo gratificante para todos…”.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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