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sábado, 5 de octubre de 2024

Andy Rubal encontró lo que buscaba

Su primer fonograma con su propio proyecto trae a la luz las inquietudes de este joven músico cubano...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 10/10/2016
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El que busca encuentra…dice el refrán y el joven músico Andy Rubal le hizo honores al titular así su primer disco, realizado con su propio grupo y sacando a la luz sus inquietudes creativas.

A decir verdad, Andy empezó a buscar desde muy temprano cuando, micrófono en mano, cantaba con el trío Baby Salsa. “Mucha gente se acuerda de mí en ese momento, y de la presentación que tuvimos en el Festival Mundial de la Juventud y los Estudiantes de 1997 y algunas ediciones del Festival Cantándole al Sol. Ya yo estudiaba piano en la Escuela Vocacional de Arte José María Heredia, en Santiago de Cuba, de la que recuerdo con mucho cariño a mi maestro Eduardo Miyares Gómez que fue quien me puso las manos en ese instrumento que no dejo de tocar aunque también cante”.

La música popular fue creciendo en Andy a la par de la música clásica, y bien pudieran confirmarlo sus profesores Lina Fernández Paneque, Roberto Valera y Juan Piñera del Conservatorio Esteban Salas. “Fue muy bueno poder transitar por los dos caminos a la vez y no encasillarme en uno solo. Por eso, ahora puedo tocar el piano pero también componer de manera profesional, y eso es muy reconfortante para un artista”.

Gratificante es verlo en escena compartiendo con Orlando Valle (Maraca). “Maraca ha sido mi padre en la escuela musical. Yo he tenido experiencias con Raúl Paz, con Waldo Mendoza, como compositor, vocalista y arreglista, y me enorgullezco de eso, pero Maraca y los géneros populares y el jazz son un capítulo en mi vida en el que he aprendido mucho y del que no me quiero despegar”, bromea este santiaguero que ya tuvo alumnos bajo su tutela en el Instituto Superior de Arte en las asignaturas de composición y adiestramiento armónico, junto a un claustro en el que figuran no pocos de sus profesores.

Andy viaja con frecuencia a Canadá, donde además encontró el amor, al que le canta en Enamorado en Montreal. “Ese es uno de los temas de mi primer disco, y la verdad es que junto a los demás, me retrata muy bien. Quien escuche este fonograma podrá conocerme, porque hay mucho de Andy Rubal en las armonías, en los textos, en las intenciones musicales”.

Hay música bailable en esta placa que bajo el sello Egrem y con la colaboración especial de la Asociación Hermanos Saíz (AHS), se presentó al público en la recién terminada edición de Arte en La Rampa y en el Salón Rosado de la Tropical, y de la que se escuchan temas en la radio cubana.

“Me gusta que la gente pueda escuchar mi música, la que he hecho yo y que defiendo con mi grupo. Hay pilón y tumba francesa porque soy santiaguero y me corren por las venas esos ritmos, pero también hay son, mambo, reggae y fusiones con el funk y otros géneros. Por suerte no estuve solo, y que los percusionistas Adel González y Keisel Jiménez, el bajista Frank Rubio y el trombonista Eduardo Sandoval hayan aceptado mi invitación al disco, me hace sentir muy feliz”.

Es carismático, es talentoso y sabe lo que quiere. Andy Rubal tiene los ingredientes vitales para triunfar. Si ya encontró lo que buscaba, lo que debe hacer es seguir los pasos de su instinto, y esparcir su amor por la música cubana desde sus creaciones.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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