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sábado, 5 de octubre de 2024

Amo el libro a plenitud

La escritora y editora Enid Vian disfruta su trabajo porque lo siente útil para los demás y para sí misma...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 26/08/2016
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“Los niños me han dado muchas lecciones que no esperaba, porque erróneamente creemos que no saben mucho…y los niños sí saben, más de lo que uno imagina. Por eso me encanta escribir para ellos, y también para adultos…En realidad, amo el libro a plenitud, escribirlos, leerlos, editarlos…Es mi razón de ser”.

Y la santiaguera Enid Vian se me asemeja esa abuelita cariñosa que no cesa de hacerle cuentos a sus nietos, pero ni siquiera sé si los tiene, y reconozco además, que años atrás fue joven.  Decidió entonces seguir los pasos de su hermana mayor Ivette Vian, quien trabajaba en Pionero y también escribía para el público infantil.

“Así empecé, imitándola, queriendo ser como ella. Presenté un volumen de cuentos en un concurso y gané, y gradualmente, me fue interesando esta profesión y es algo que no puedo ya dejar de hacer”, me confesó.

Cuentos de sol y luna, El elefante en la cuerda floja, Cuentos con disparate, El libro de los oficios y los juguetes, la noveleta Fangoso, entre otros títulos han salido de la prolífica imaginación de Enid Vian y han encontrado manos agradecidas que luego la buscan en otras ferias, en librerías, en estantes, en libreros…

“Cuando escribo para niños  les doy esencias que voy descubriendo desde el punto de vista educativo, ético…pero sin un discurso aburrido…Uso el lenguaje poético y el humor, y con los adultos también me siento cómoda como público.  Me satisface saber que alguien en algún lugar puede leer aquello que un día quise que saliera de mí”.

-Es lamentable que el hábito de lectura haya disminuido tanto…

- Es de las cosas más tristes que pueden ocurrir. La imaginación se estimula tanto con la lectura, se aprende tanto, se conoce tanto…

“Los padres se sacrifican y le compran un table a su hijo, un celular, una computadora… Y no reniego de las  tecnologías porque son necesarias para nuestra vida e incluso, algunos videojuegos son muy instructivos pero cuando el niño o el adolescente no socializan, ni juegan con los otros, su lenguaje se empobrece y la dinámica con el aparato marca sus días.

“Cuando leemos un libro nos cultivamos, intercambiamos con el autor que nos ofrece un mundo propio..A cualquier edad un libro es un buen amigo, y cuando se es pequeño, se enriquece el vocabulario con conceptos nuevos,  la ortografía mejora y se abren los caminos del conocimiento.

“Las palabras son un instrumento del pensamiento, así que sin ellas, aquel no se desarrolla”.

-Me cuesta imaginarla, le confieso, como editora de textos como los que publica la Editorial Ciencias Sociales… ¿por qué no en Gente Nueva, o en la Editora Abril, o en Letras Cubanas?

-Todo se relaciona y todo es necesario. El deseo de dedicarse a escribir nace de alguien que ama el libro y el conocimiento en general. En una editorial, como editor,  tienes acceso a múltiples libros y en mi caso, disciplinas como  la sociología, la psicología, la historia están en tu trabajo cotidiano…

“Todas esas temáticas  son necesarias conocerlas y te aseguro que durante mis más de 30 años en esa función allí, he aprendido mucho, y me he convencido de que es en esa editora donde quiero estar. Fíjate que ya podía haberme jubilado, y ni siquiera lo he pensado porque considero que mi trabajo es útil para los demás y me sigue resultando útil a mí”.

-A veces es anónimo totalmente el trabajo de un editor..

-Sí, es cierto, y trabajamos tanto. Hay que hacer muchas lecturas de un texto antes de concebir el producto final. Leer en las planas, discutir con el autor que puede aceptar o no nuestras sugerencias y criterios.

“Pero te repito, aunque no escribo ese tipo de textos, científicos pudiéramos decir, me complace mucho lo que hago. No solo soy feliz cuando escribo, sino también cuando edito”.

-¿Algún texto suyo está próximo a publicarse?

-Sí, está en proceso Pinpinela en prosa y en verso. Hace tiempo lo soñé y lo imaginé impreso, incluso, pero no sabía cómo hacerlo.

-¿Cómo? ¿NO sabía de qué escribir?

-Más  o menos. Quería en una página unir la prosa con la poesía. Al final, encontré una temática sencilla a partir de la relación de una niña con su gata. Nacieron así varios  cuentos que en una misma página aparecen contados en prosa arriba y en versos abajo. Espero que esté listo para la venidera Feria Internacional del Libro pero recuerda que soy editora…yo sé que la publicación de un libro depende de muchos factores.

-No así escribirlos, ¿verdad?

- Claro que no. Escribirlos es más natural.


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Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


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