//

jueves, 3 de octubre de 2024

A la sombra de un buen libro

El Festival Universitario del Libro y la Lectura vino como anillo al dedo en tiempos en que el hábito por la lectura no ocupa un lugar fundamental en la preferencia de muchos jóvenes...

Yuniel Labacena Romero en Exclusivo 19/11/2015
0 comentarios

Otra vez el libro salió al encuentro de los jóvenes y encontró a miles de seguidores, quienes disfrutaron el placer inobjetable que proporciona el intercambio con la buena literatura. El Festival Universitario del Libro y la Lectura (FULL) obró ese milagro, no solo en el capitalino Pabellón Cuba, sino también en todos los centros de la Educación Superior del país.

Esa fiesta que promueve el pensamiento, la cultura y las artes, no solo entre los universitarios sino también en la comunidad, vino como anillo al dedo en tiempos en que el hábito por la lectura no ocupa un lugar fundamental en la preferencia de muchos jóvenes; quienes quizás no son conscientes de cuánto puede aportar esa costumbre tan elemental en el desarrollo del individuo.

Más de una vez se ha dicho que las generaciones de hoy no leen tanto como lo hacían las anteriores. Como apuntan los investigadores, ahora existen varios soportes nuevos que compiten con el libro, y la juventud está sujeta a un bombardeo mediático impuesto por los videojuegos, la televisión, los adelantos en la informática, la internet...; algo que no ocurría años atrás, cuando la forma clásica de entretenimiento era la lectura.

También los jóvenes de hoy en día viven una vida más agitada y dividen su tiempo en actividades mucho más diversas, y ahí radica una de las causas de que no haya el mismo interés por los libros, en general, con respecto a épocas anteriores. Ello no significa existencia de otros que aún interesándoles esas nuevas tecnologías y teniendo un tiempo limitado, son lectores asiduos y corren tras los textos.

Por ello el FULL reservó para esta ocasión —en que estuvo dedicado a Fidel y al reconocido teólogo de la liberación e intelectual brasileño Frei Betto, en el aniversario 30 del encuentro entre ambas personalidades y la publicación del libro Fidel y la religión—, presentaciones y ventas de libros y revistas, exposiciones, lecturas digitales, ferias de proyectos universitarios, conciertos; así como la vinculación de la literatura con otras manifestaciones artísticas.

Textos como Los afortunados entrevistadores de Fidel, de Arleen Rodríguez Derivet; El derrumbe del socialismo en Europa, de José Luis Rodríguez; Cuba libre. La utopía secuestrada, de Ernesto Limia; Aproximaciones al conflicto estados Unidos-Cuba, de los compiladores Esteban Morales y Elier Ramírez y La mosca azul, de Frei Betto, aportaron mucho a quienes llegaron sobre todo al Pabellón Cuba y disfrutaron de sus presentaciones.

También contribuyeron los espacios Mirando un Libro (presentación de un filme basado en una obra literaria y previamente presentado por un especialista), el Pepito’s Club (combinación de jazz, trova y poesía) y la Esquina Caliente (donde se intercambió con glorias deportivas y otras personalidades de ese universo); así como las exposiciones de carteles de los estudiantes del Instituto Superior de Diseño y el dossier de la revista de la Universidad de La Habana, dedicado al décimo aniversario del discurso de Fidel, el 17 de noviembre en el Aula Magna de esa institución.

Diversas editoriales cubanas exhibieron sus propuestas durante más de una semana de Festival, un proyecto que también ha generado espacios para potenciar la cultura en momentos de especial importancia para la sociedad cubana. Ese intercambio con lo mejor de nuestra intelectualidad tuvo un tremendo valor y fue la fuerza principal del evento, que cada año organiza la Federación Estudiantil Universitaria (FEU) y el Instituto Cubano del Libro, junto a otras instituciones y organizaciones.

No hay dudas de que leer ayuda a adentrarse en un mundo de misterios y formas desconocidas, interactuar con otras realidades y culturas, conocer las inquietudes de otras personas y experimentar nuevas sensaciones y juicios sobre diversos temas de la vida; es la expresión más genuina de la cultura de una nación y la forma más idónea de reafirmar la identidad y libertad propias.

Si las nuevas generaciones comprendieran esos encantos se abrazaran a la sombra de un buen libro, pues como aseguró la joven Wendy Toledo García, miembro del Secretariado Nacional de la FEU, son innumerables las acciones que desarrollan varias instituciones en el país para promover la distribución de materiales y actividades con vistas a estimular los intereses y hábitos de lectura, y no solo ahora, sino desde hace medio siglo, cuando la Revolución creó la Imprenta Nacional y publicó por vez primera El Ingenioso Hidalgo Don Quijote de la Mancha, de Miguel de Cervantes y Saavedra.

El estudiante universitario de la Cujae, Luis Díaz González, es de los que piensa que hoy más que nunca se necesitan hombres cultos y, por consiguiente, libres para defender ideas. “Si no leen no hay cultura. Debemos atender a los adolescentes y jóvenes sin prejuicios, abiertos a las tendencias actuales, de otra forma no llegaremos a ellos y no se estimulará el hábito por la lectura”.

Comenzar a leer desde edades tempranas ayuda a cultivar el gusto por la lectura, desarrolla la capacidad de atención y concentración. Amar la lectura, tener el libro cerca como un buen amigo, es la mayor riqueza que podamos heredar, y en muchos casos le sugiere al lector patrones de razonamientos, conductas y posiciones futuras.

Ya lo han dicho reconocidos Premios Nacionales de Literatura, como Nersys Felipe, el acto de leer es individual y libre, solo tú eliges la literatura que vas a leer y si no quieres puedes escoger otra. Leer mucho y un poco de todo puede enseñarte diferentes cosas, se puede empezar por cualquier libro, ya que la madurez de la lectura llega de forma paulatina.

Mientras más variedad de textos, más conocimientos tendrás. La lectura no se impone, pero se debe facilitar, inducir y estimular por diversas vías, en consideración a su profunda trascendencia. A la nueva generación hay que ayudarla en ese camino tan necesario para que vuelvan a las estrellas como el reconocido escritor Julio Verne “en las alas de un libro”.

Por todas esas cosas, el FULL invita a la comunidad universitaria a llevar bajo el brazo un buen libro, para luego, quizás cobijada por la sombra más perfecta de toda la escuela, vivir el momento único de la lectura, pues como escribió José Martí: “La lectura estimula, enciende, aviva, y es como soplo de aire fresco sobre la hoguera resguardada, que se lleva las cenizas y deja al aire el fuego”.


Compartir

Yuniel Labacena Romero


Deja tu comentario

Condición de protección de datos