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lunes, 25 de noviembre de 2024

¿Las redes sociales escuchan nuestras conversaciones?

¿Será que ves más anuncios de zapatillas tras hablar de zapatillas por "la ilusión de la frecuencia" o porque las redes sociales escuchan tus conversaciones? Aquí los detalles... 

en Xataka 01/10/2023
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sesgos cognitivos
También llamado "fenómeno Baader-Meinhof", se trata de uno de los sesgos cognitivos más comunes

Por: Pablo Martínez-Juárez

Se trata de un fenómeno bien conocido por todo el mundo: un día estamos hablando con nuestros amigos de que va siendo hora de renovar nuestro móvil. Al día siguiente comenzamos a ver anuncios de móviles. ¿Casualidad?

No exactamente. Para algunos la respuesta no estaría en escuchas malintencionadas sino que podría deberse a un sesgo de nuestro cerebro. Concretamente a la ilusión de la frecuencia, un sesgo cognitivo conocido también como fenómeno Baader-Meinhof.

A lo largo del día nuestro cerebro tiene que lidiar con millones de estímulos que llegan desde nuestros órganos sensoriales. Nuestro cerebro tiene una capacidad pasmosa de atender a estos estímulos, pero a la vez que atiende, realiza una criba de éstos.

Así, antes siquiera de ser conscientes del propio estímulo, nuestro cerebro es capaz de evaluar si este requiere de nuestra atención o puede quedarse en ese limbo ajeno a nuestra consciencia.

La decisión sobre si ignorar el estímulo (o gestionarlo a través de este “piloto automático” cerebral) y no transmitírselo a nuestro sistema atento o consciente puede depender de varios factores. Sin embargo, el hecho de que la fuente del estímulo haya estado rondando activamente por nuestra cabeza puede inducir a nuestro piloto automático a pasarnos información relacionada con el asunto.

La psicóloga y divulgadora Neha Pathak habla de atención voluntaria e involuntaria para hablar de la forma en la que opera nuestro cerebro. “La atención voluntaria te ayuda a seleccionar y enfocarte en información que es importante para tu actual tarea. La atención involuntaria ocurre cuando algo capta tu atención fuera de tu tarea.” Ambas formas de atención pueden hacernos caer en esta ilusión.

Puesto que la atención es una parte central en la formación de memorias, muchos estímulos pasan desapercibidos por no haber sido procesados y recordados. Esto hace que la ilusión de frecuencia se desate también cuando acabamos de descubrir algo. Ese algo, sea un producto, una tecnología o un elemento estético, parecerá haberse hecho omnipresente de la noche a la mañana.

 

MÁS ATENCIÓN 

Según esta hipótesis, el hecho de que veamos más anuncios sobre móviles después de haber hablado de éstos se debe no a que recibamos más estímulos (más anuncios); sino que estos pasan a llamar nuestra atención con mayor frecuencia.

La ilusión de la frecuencia puede tener en las nuevas tecnologías su mayor visibilidad, pero puede darse en otros muchos contextos. Pathak señalaba también en su artículo que uno de los nombres que se da a este fenómeno es el de síndrome del coche azul.

Este contexto del fenómeno puede resumirse como: si vemos un coche azul, seguiremos viendo coches azules alrededor. Más aún, si decidimos comprar un coche azul es probable que pasemos a pensar que los coches azules están de moda, puesto que empezaremos a verlos con mayor frecuencia en nuestro entorno.

El caso de la compra de un coche puede resultar un buen ejemplo ya que es probable que pasemos mucho tiempo pensando en las características que deseamos en nuestro futuro coche antes de gastarnos varios miles de euros en este.

Aunque los sesgos cognitivos suelen tener un origen evolutivo, es decir, nos ha resultado útil a lo largo de nuestra historia natural, también puede causarnos problemas. Imaginemos por ejemplo que un día somos testigos o víctimas de un robo.

Es posible entonces que pasemos las noticias sobre criminalidad pasen a interesarnos más, haciéndonos pensar que nuestro entorno es cada vez más peligroso y causándonos miedo. Esto puede afectar a las decisiones que tomamos. Los sesgos cognitivos no dejan de ser sesgos.

Conocer nuestros propios sesgos puede ayudarnos a entender mejor los límites de nuestra racionalidad. Hoy por hoy estas estrategias evolutivas pueden haberse quedado como una reliquia cognitiva, conocerla también es una buena herramienta para caer en menos errores a la hora de tomar decisiones.


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