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miércoles, 2 de julio de 2025

La más joven generación de la bibliotecología

La carrera de bibliotecología en Cuba cumple 75 años, y un encuentro entre profesionales de distintas generaciones lo celebró con historias del pasado y el presente, donde jóvenes profesores y estudiantes de Ciencias de la Información reafirmaron el compromiso de seguir aportando a la sociedad desde la investigación y los hechos…

José Luis Álvarez Suárez en Exclusivo 21/06/2025
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La más joven generación de la bibliotecología
La más joven generación de la bibliotecología (José Luis Álvarez Suárez / Cubahora)

Este 2025, cuando los estudios bibliotecológicos en Cuba cumplen 75 años, una personalidad en ese ámbito, la Dra. C. Zoia Rivera, comparte desde una conferencia sobre el inicio y desarrollo en la República de la formación de bibliotecarios en el país, un concepto de otro autor que valida en su totalidad. Diría en 1958 el eminente profesor Jorge Aguayo que “el bibliotecario profesional es el único que puede dar sentido a la biblioteca. Otros profesionales de reputación pueden llevar más o menos bien su encomienda en una institución de esta clase; jamás le darán una orientación científica”.

Palabras así, siguen acompañando a la luz de estos días a un gremio que junto al tiempo ha evolucionado, así como los nombres de la carrera que inició como Bibliotecología y hoy encuentra en Ciencias de la Información (CI) y un mayor número de posibilidades. “El cientista de la información es el profesional del pasado, el presente y el futuro”, dice María Isabel Valdés, estudiante de cuarto año de esa Licenciatura, en la Facultad de Comunicación de la Universidad de La Habana.

Para mí Ciencias de la Información es un área del conocimiento transdisciplinar necesaria teniendo en cuenta los escenarios informacionales actuales hiperconectados, cargados de información, donde puede ser difícil distinguir lo verídico de los falso, de ahí que el cientista de la información sea ese profesional que ofrece herramientas a los ciudadanos para que conozcan de manera consciente sus necesidades de información, y utilizar todas estas herramientas y tecnologías para el desarrollo diario”, asegura.

María Isabel, como otros compañeros de estudio, llegó como parte de una feria de proyectos al III Coloquio Biblioteca Cubana: Experiencias del siglo XXI que este 20 de junio acogió la sede de la Sociedad Económica Amigos del País (SEAP). Ella presentó PROAMI, un proyecto dedicado a la Alfabetización Mediática Informacional. “Nuestra principal razón de ser está en generar capacidades y habilidades en el uso de las Tecnologías de la Información y las Comunicaciones en diversidad de comunidades de la sociedad cubana para que las personas puedan empoderarse y participar activamente en todos los procesos, tanto en el escenario físico como en el escenario digital, y además, ayudarlos a comprender cómo se están tejiendo las relaciones entre estos dos espacios para que aprovechen todas las tecnologías en cuanto a la eficiencia de esos procesos”.

PROAMI conserva experiencias de asesoría en diferentes espacios. Sus miembros han intercambiado saberes en el Ministerio de Transporte, bibliotecas públicas como la del municipio Cerro, en La Habana, y otras instituciones. María Isabel valora cada acción como muy enriquecedora, y próxima a graduarse, reafirma la importancia de la especialidad que eligió porque “no podemos concebir el mundo informacional sin las bibliotecas, sin los archivos, sin la memoria, sin las identidades patrimoniales documentales”.

Con similar pasión, Álvaro Pérez Alonso, defiende sus estudios universitarios y todo el desempeño profesional que ello implica. “Ciencias de la Información te da una lista de opciones muy grande que después que termines la carrera, o incluso durante la misma, puedes especializarte en prácticamente cualquier cosa. Yo diría que es una de las carreras más amplias, tiene un campo más amplio después que uno se gradúa. Puedes trabajar en una empresa, en un archivo, en proyectos, curando información en un medio periodístico, por ejemplo”, afirma.

“Desde primer año estoy insertado en el proyecto Humanidades Digitales que se enfoca en artistas como patrimonio histórico, y en el que pueden participar estudiantes de otras carreras, porque es multisectorial. Nosotros trabajamos con el patrimonio documental: hacer productos alrededor de este patrimonio y rescatarlo, por ejemplo, tenemos un proyecto multisectorial sobre las actas de las reuniones desarrolladas aquí en la Sociedad Económica Amigos del País. Además de transcribirlas, de realizar todos los índices onomásticos y resúmenes, estamos haciendo en eso. También hay una sección que estamos tratando de implementar con cuestiones tecnológicas actuales, como puede ser por ejemplo, la codificación de textos, que es una herramienta que se usa para poder tener un texto histórico, codificarlo, y después de eso poder usarlo y que sea interoperable con las comunidades científicas del mundo”, narra Pérez Alonso ya en la etapa de cierre del tercer año de CI. 

En la feria de proyectos participó también con una propuesta muy interesante Joe Abreu, quien en breve se graduará como Arquitecto por la Universidad Tecnológica de La Habana José Antonio Echeverría, pero a partir de una tesis desarrollada en estrecho vínculo con la FCOM de la UH. Pude que el inicio de esta coincidencia esté en 2021, cuando todavía el mundo estaba bajo los efectos de la pandemia de COVID-19 y Joe quiso digitalizar toda la colección del museo municipal de Bauta, en la provincia de Artemisa. “Fueron más de tres mil fotos y más de cuatro meses de trabajo digitalizando cada piedra, cada papel, cada documento, todo. Luego, con ese proyecto en la mano, se lo presento a la Facultad de Comunicación y se creó una relación super especial con eso, y me propusieron hacer un Centro de Interpretación como ejercicio teórico, y luego en algunas tesis de la Facultad de Comunicación va a trabajarse con estos archivos y la digitalización de ellos para hacer una página web o una plataforma que pueda convertirse probablemente en el primer museo municipal de Cuba con toda su colección digitalizada”.

Es una obsesión que tengo con los archivos y con salvar información y se une también con el amor que le tengo a mi pueblo, y porque el museo está en condiciones precarias, hay filtraciones en los techos, y entonces hay un riesgo muy grande de que se pierdan los archivos, y al menos si se digitalizan, hay una gran parte salvada. Esos archivos se van a usar para el Centro de Interpretación que propongo y la diferencia que tiene con el museo es que no tendrá piezas físicas, sino que todo el discurso gira en torno a soportes digitales”.

Al cierre de la feria de proyectos que dejó claro el compromiso social de los jóvenes estudiantes, la Dra. C. Ania R. Hernández Quintana, Jefa del Departamento de Ciencias de la Información de la FCOM, les agradeció por eso y por asistir a un encuentro que dejó muchas alegrías.

Las celebraciones por los 75 años de estudios bibliotecológico en Cuba, dentro del III Coloquio Biblioteca Cubana: Experiencias del siglo XXI, fueron enaltecidas además, con las palabras de agradecimiento del promotor cultural Fernando Rodríguez Sosa, la entrega del Premio Provincial Adelina López Llerandi de la Asociación de Bibliotecarios de Cuba (ASCUBI) y los reconocimientos a nombre de la SEAP, de manos de su directora, la Dra. C. Zolia Benítez de Mendoza. Hubo música en vivo de excelencia, y una sorpresa: un perfume en honor a este aniversario y a los profesionales que siguen haciendo y defendiendo la historia.

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José Luis Álvarez Suárez

De Los Bungos de Cuba a la gran ciudad, de la Universidad de Oriente a la Universidad de La Habana o de la Radio y Televisión nacionales al Periodismo Hipermedia. Estamos aquí y ahora con la motivación principal de captar y contar las esencias del proceso de Formación Vocacional y Orientación Profesional en la sociedad cubana. Marcan nuestra agenda las historias de superación personal, las verdades sobre el estudio, profesiones y oficios, y mercado laboral. Para el intercambio puede comentar los textos, escribir al correo jose.luis@cip.cu y seguir las cuentas en redes digitales de la revista Cubahora y el proyecto Vocaciones Cuba.


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