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miércoles, 13 de agosto de 2025

Juego de cuerdas

¿Qué una décima oscura no sirve para desahogar cinismos existencialistas? Pregúntale a Sabina…

Mileyda Menéndez Dávila
en Exclusivo 12/08/2025
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Intimidades
¡Ah, Joaquín, no más engaños! No es solo contar los años: es ver quebrarse los rieles. (Jorge Sánchez Armas / Cubahora)

Mi vida nació violín y se irá laúd sin cuerda. Vida en rizos… Tan izquierda. Tan a saltos de adoquín. Me abruma saber, Joaquín, que esta existencia bizarra remata en piel de guitarra tan cínica y dolorida. Venga tu canto: mi vida tiene aliento de cigarra.

 

El otoño que me acecha no esconde su gris presagio. Con los restos del naufragio se va el amor. No sospecha la cizaña en su cosecha, la mordida en su virtud… Va vestido de ataúd y se cree velo de novia. Tonto amor:  la noche es fobia, cisma, espanto, ingratitud.

 

En fuga salta mi hora del sinuoso pentagrama: Femme fatal, perdí la trama. ¿Cómo llegué a ser pastora de mi propio desencanto?

Miro el guión con espanto, la clavija a reventar… Ya me harté de alucinar: Dame, Sabina, tu canto. Dame la fiebre, la idea, la parábola infinita de convocarme a una cita desnuda en semicorchea.

Si me nombras tu albacea prometo hundir el milagro de los peces. Me consagro a tu cuerda dolorida. Cierra mi llaga: la vida es botija que avinagro.

Si me redimes, te sumo al altar de mis ancestros. (En este mundo de diestros voy sin alma). Valgo el humo que te gastas. No presumo del pan sagrado. Me dueles como el loco a la Cibeles.

¡Ah, Joaquín, no más engaños! No es solo contar los años: es ver quebrarse los rieles.

Consulte además: https://www.cubahora.cu/blogs/intimidades/cartas-amarillas

Y no me espantan los coches vacíos en la estación. Más me muerde tu canción de los ruidos: los reproches van por dentro. Son los broches de mi nueva indumentaria.

Me descarrilo… Fanfarria se escucha alardear de lejos. Tus cuerdas son los reflejos: cínica yo. Visionaria.

Bebo hiel a tu salud. Dios sabe después qué dardo me callará. Solo aguardo mi cifrado en el talud de otras venas: multitud la que me habita y desgarra… ¡No más vides de esta parra, reseca de tanto riego!

Detén tus dedos: el juego se termina en tu guitarra.


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Mileyda Menéndez Dávila

Fiel defensora del sexo con sentido...


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