No recuerdo el nombre del establecimiento comercial que ocupaba la edificación convertida hoy en Iberostar Hotel frente al parque Céspedes, en Trinidad, pero nunca he olvidado que un cartelito anunciaba un precio: $9.99.
Apenas había terminado el semestre inicial del primer grado de la Enseñanza Primaria, pero desde ese día arrastré la duda de cuán significativa podría ser la diferencia entre esa cifra y la de $10.00.
Al pasar casi dos décadas, me enteré de que era un procedimiento para que el cliente fijara su atención en el 9 y no en un lo que indicaba un precio mayor: 10.
Sobredimensioné entonces el factor psicológico en el tema de los precios, y también sobrevaloré erróneamente cuánto dependía de ese elemento, el mayor o menor nivel de consumo.
Perturbó el camino de la verdad el hecho de que un condiscípulo de tercer grado me ofreciera cambiar un guante por una pelota, lo cual me pareció un disparate porque el precio del primero era superior; algunos, con pretensiones de analistas o adivinos, explicaron que el niño necesitaba más la pelota; pero una década después supe que en realidad el guante estaba muy usado, era de mala calidad y habría resistido solo unas semanas.
Ya adulto y después de haber estudiado un par de carreras universitarias, pero ninguna relacionada con la economía, a alguien se le ocurrió incorporarme a una comisión para chequear que las empresas se propusieran rebajar un centavo de cada peso invertido en la producción.
Mientras los entendidos en la materia examinaban informes, modelos y hacían cálculos y preguntas nada comprensibles para mí, dediqué el tiempo a deambular por las oficinas, lo cual me permitió escuchar conversaciones íntimas que aportaron datos para hacer una observación cuando mis colegas dijeron que la susodicha empresa era muy eficiente porque rebajaría sus costos por peso de producción en más de 20 centavos.
¿Tendrá algo que ver aquello con esa reducción que le cobran a un cliente por extraerle material para reducir el nivel del terreno con vistas a una cimentación y al mismo tiempo, le vuelven a cobrar a otro por buscar ese mismo material a fin de rellenarles el terreno con el propósito de hacer las bases de una obra?
¿O tendrá que ver con que le venden, en pocos meses, todos los postes previstos en el plan del año para cercar áreas pecuarias que después no se usan porque les falta el alambre de púa?
Sigo sin ser especialista en economía, pero como humilde cliente me siento con el derecho a preguntarme a mí mismo ante las recientes rebajas de precios, ¿estaremos ante una acción tendente a restablecer precios bajos que ya existieron hace unos años atrás y que subieron sin explicación?, ¿sabremos realmente cuánto cuesta una mercancía para determinar científicamente cuál debe ser el precio de modo que no haya pérdidas fatales para la producción?
Teniendo pendiente resolver que paguen por rendimiento y con métodos que estimulen la elevación de la productividad, no es difícil que recibamos con alegría hasta la más mínima rebaja en los precios, pero… me llama la atención que no estemos preocupados masivamente por reducir los costos de producción y elevar la producción con eficiencia y eficacia para bajar los precios.
Cuco
8/6/16 14:23
Amigo Chang saludos andaba por ciego de avila hacia una semana y no habia visto sus columna de esta semana. muy interesante como siempre. Hace 8 años mi perfil laboral cambio de forma radical. atras quedaba un tiempo importante en mi vida pase de ser capitan de barcos a una actividad muy administrativa relacionada con los barcos . Mis puntos de vista barqueros nada tenian que ver con lo que tenia que enfrentar en mi nuevo trabajo. el precio paso a ser una constante en mis rutina diaria . Antes lo mio era darle para alante y para atras aun barco muy bueno pero tambien muy ineficiente desde el punto de vista economico. En mi nuevo trabajo aprendi a diferenciar costos de precios y como se forma el precio de lo que ofertamos como vendedor. ese es un proceso muy complejo pues engloba los procesos productivos y administrativos en una sola cifra . es el precio el que nos hace o no competitivos en el mercado. hoy las condiciones economicas de nuestro pais no favorecen la competencia y cuando eso falta tendemos a poner e imponer precios a veces lastrados por la ineficiencia ou otra serie de cosas que nada tiene que ver con la realidad que vivimos en el dia adia , De esa tendencia no se sustrae nadie ni empresas estatales ni cooperativas ni particulares. Hoy con la realidad de la doble moneda nuestrso destinos en gran medida se fijan por precios en divisa y su equivalentes en MN . esos reducciones de precios desde el punto de vista de la cartera del cubano de apie si bien se agradecen son mas simbolicos que realistas . pero igual se agradecen pues en el mes se ahi se ahorran unos pesitos qu si bien son pocos algo es algo.en cual quier lugar del mundo el precio es el reflejo de la eficiencia pues tras el se cubre todo el proceso prodctivo en cuba tambien pero aqui se cubre muchas mas cosas que la eficiencia . y si queremos bajar los precios tendremos qe aprender a ser menos ineficientes. pues para eficientes hay tantos factores en contra que seria ingenuo pensar en eso .
Elio Anotnio
4/6/16 16:39
La rebaja fundamental de precios que ha ocurrido ha sido a productos muy inflados como los de las shopping y aún el margen de ganancias siguen siendo abultadas. El poder adquisitivo del CUP que se ha alcanzado, no alcanza para aumentar el exceso de circulante significativamente. Como se ha dicho, estas son las primeras medidas de un conjunto quizás a aplicarse a largo plazo; por eso espero que lo que se esté haciendo no sea muy descabellado.
Pero si me preocupa algo. En Guantánamo hace unas cuantas semanas, anunciaron variaciones al precio del pasaje en el servicio urbano de ómnibus. Yo pensé que se elevaría definitivamente el pasaje a un peso, pues menos de 10 guaguas aún se mantenían a 20 centavos desde hace mucho tiempo. Pensaba eso porque el resto del precio estándar del pasaje era de un peso desde hace mucho (lo suficiente para haberse acostumbrado); y como incorporaron varias guaguas nuevas (Diana) que seguro han sido adquiridas a crédito, es decir, a base de endeudamiento internacional, lo de menos era imaginar que la variación fuera al alza. Recordamos que se emprendió una lucha por el saneamiento de nuestra economía donde se han eliminado gratuidades y subsidios insostenibles. A partir del 1ro de mayo las guaguas cuestan la risoria cifra de vente centavos y manteniéndose un pésimo servicio.
¿Será correcta esa extraña decisión? ¿Qué pasará después?
Aristides
4/6/16 9:05
Recuerdo de muy pequeño que en la Cuba de “antes”, existió una tienda en la capital, de la que no recuerdo con exactitud el nombre, que inauguró y mantuvo por varios años, lo que llamó, “La Venta de los 99 centavos”. Y no fue que todo tuviera ese precio, sino que, comenzando con esos mismos 99 centavos de peso, todos sus precios eran de 1.99 pesos, 2.99 pesos, 3.99 pesos y así hasta lo más caro, que hubiera podido ser, por ejemplo, 99,99 pesos. ¿Y no llama la atención lo del precio de la gasolinay el diesel en Estados Unidos? Ahora mismo, un galón de gasolina regular anda por los 2 dólares 25 centavos y 9/10 de centavo. ¿Para qué los 9/10 de centavo?
He encontrado la explicación, nada “explicativa”, en varios medios, y lo digo porque si en este momento, y a ese mismo precio se compra un galón de ese tipo de combustible, se tiene que desembolsar 2 dólares con 26 centavos, y ni espere que le den 1/10 de centavo de vuelto.
Lo del trueque de la pelota por el guante que cuentas de cuando eras fiñe, me recuerda que papá me dijo varias veces que “las cosas tienen un precio y un muy diferente valor”. El precio se puede fijar (a excepción de Cuba), por los costos de producción y de transporte, pero el valor se lo da el comprador, que si tiene la necesidad o el antojo de tener algo, lo paga al precio que se la haya fijado, si está disponible en el mercado, y si no lo está, lo paga a dos, tres, cuatro, y más veces el precio oficial a un revendedor tan solo por obtenerlo. Si no interesa un producto o un artículo cualquiera, independientemente del precio fijado, tal vez no se da ni un “quilo prieto” por él aunque reconozcamos que es una ganga.
¿Me hago entender? Si se rebajan los precios y se aumentan los salarios, o tan solo se haga una cosa o la otra, no se puede hacer a “sentimiento”. No se ha hecho, o no se ha podido hacer todo lo que se tenía que hacer para “enderezar” la economía, por lo que un paso en falso nos puede hacer esperar mucho más para gozar una mejoría. Claro que todos queremos, o necesitamos imperiosamente una cosa o la otra, o mejor las dos a un tiempo, pero eso pudiera “desbalancear” la economía al punto que nos perjudicaría a todos, Un aumento del dinero circulante pudiera ser una de las causas, pero para el que no lo recuerde, o no se lo hayan contado, algo así tuvimos por los años 70 del pasado siglo (año más o menos), gracias a las muchas gratuidades, a los tantos productos subsidiados, precios que no eran los inflados de ahora, y la escases de mucho de lo que necesitábamos o queríamos, que provocó un aumento exagerado del dinero circulante (cosa a la que no pudiera nombrar científicamente hablando, porque soy “zurdo” a la economía), que se le perdió, literalmente, “el respeto a los pesos”. ¡Qué la “regularización” de salarios y un “acomodo prudente” de los precios llegue pronto, pero que no provoque una cagazón que tengamos que sufrir por mucho más tiempo!
Capitan Chucho Paniagua
3/6/16 9:39
Chang:
Primero, que ocurrio con Vanguardia? Vi que en el primer dia de redaccion despues de haber estado en "reparacion" por mas de un mes, saliste en la primera pagina! Congratulations o Felicidades. Pero a los dias siguientes has desaparecido del periodico. Usando el "buscador" no te puedo encontrar, pero tus enemigos se olvidaron la foto del grupo en que estas a la derecha. Bueno, asi es la politica en Cuba.
Pero tu columna es interesante hoy con tus pensamientos sobre los precios. Te pregunto yo: has pensado cual seria el apropiado precio de una cosa? Seria debido al trabajo requerido para producirlo o debido al nivel del deseo del consumidor al momento? Por ejemplo si estas en el desierto, muriendote de sed, no pagarias $5 por un vaso de agua o $6 por un vaso de agua helada? Y si estas en una balsa en un lago de agua dulce...cuanto pagas?
Dirigiendome al precio de una cosa producida: seria logico ponerlo basado en cuanto trabajo tomo? esa forma de echar el precio no seria contraproductiva y deprime la iniciativa de otros que pueden producir la misma cosa usando otros metodos de produccion a menos costo?
Te hago estos comentarios para ilustrar que el mercado es una cosa complicada. Cuando un gobierno o una persona trata de interferir en su funcionamiento, el mercado no puede llegar a su propio nivel y malas distribuciones reslutan en el mercado/sociedad.
Te digo que debiste haber leido a Adam Smith en vez de Marx durante tus años universitarios. Bueno, en vez no, sino que debias haber leido los DOS y ponerlos en contraste. Con los cambios que ocurren en la politica y economia, necesitas mas a Smith que a Marx.
(Ojala que te permitan volver a Vanguardia)
Capitan Chucho Paniagua
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