sábado, 21 de septiembre de 2024

Macheteros al por mayor

Por muchos hombres que salieran de un centro de producción, los que quedaban cumplían o sobrepasaban los planes...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 06/04/2018
5 comentarios
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Como si fuera del sombrero de un mago, iban surgiendo todas las cantidades de macheteros que se pidieran (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

El proceso de extraerle azúcar a la caña es largo y complejo, tanto en la fase agrícola como en la industrial, pero en la Cuba de los años 70 del siglo pasado lo más conocido era el corte manual de esa planta porque se trataba de una dura faena en la cual participaba casi toda la población y demandaba cientos de miles de macheteros para la cosecha.

Había obreros llamados habituales, cuya labor, como la de los campesinos, era siempre en los cañaverales para sembrar, desyerbar o fertilizar…; rudas tareas que requerían también de una apreciable cantidad de hombres.

En la contienda, comenzada tempranamente en 1969 y finalizada en 1970, se aspiraba a 10 millones de toneladas del dulce producto, y fue un propósito que requirió una cifra equivalente al 4 % de la población para los cortes de la gramínea.

Aquella ocasión conoció de afectaciones en centros de prestación de servicios y hasta los de producción, porque todos los recursos humanos necesarios había que ponerlos en función de garantizar que los centrales tuvieran suficiente materia prima para moler alto y estable.

La captación de fuerzas voluntarias corrió a cargo del movimiento obrero, cuya tarea, considerada principal y en ocasiones única, fue la de buscar personas dispuestas a albergarse en campamentos durante los meses de zafra, alejados de su familia y en localidades apartadas.

Frecuentemente los macheteros no alcanzaban y se requerían movilizaciones eventuales, casi siempre los fines de semana, hacia cañaverales cercanos a los cuales se debía salir antes de que saliera el sol, en agotadores viajes de ida y vuelta. Eso sucedía sobre todo después de las lluvias, que obligaban a detener los cortes, o también por baja productividad de los macheteros o estar incompletas las fuerzas, así como roturas de las combinadas cañeras que intervenían en el corte mecanizado.

Estos hechos ya estaban casi en el olvido cuando en los primeros años de la siguiente década, la de los 80, en un centro industrial de Sancti Spíritus indagué sobre la plantilla de trabajadores, y cuando comenté que la cifra de los puestos no cubiertos me parecía muy alta, un directivo respondió que había sido aún mayor en momentos anteriores.

En confianza, no para publicar —aclaró—, todo parecía indicar que la anterior administración había sobredimensionado la plantilla con el propósito de cubrirla únicamente en tiempo de zafra, para contratar trabajadores cuando les solicitaran incorporar macheteros permanentes en los cortes o siembra de caña.

Pudiera no ser esta la causa de lo que suele denominarse “plantillas infladas”, pero sin dudas, mientras alguien no aporte pruebas de lo contrario, ese parece haber sido uno de los motivos por los cuales en algunos centros o entidades llegaron a disponer de una autorización de puestos laborales muy superior a la necesaria.

O como dijo alguien en esos momentos: “Aquí hubo una plantilla tan grande, que si se hubieran contratado a todos, no cabrían dentro de la fábrica”.

Lo cierto es que fue característico de esos años que, en una faena con condiciones tan desfavorables, siempre hubo capacidad de movilización para llevar al primer frente de batalla económica más personas de lo que se pidieran, pues existía disposición de acudir masivamente como si se tratara de un llamado a defenderse de una agresión.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.

Se han publicado 5 comentarios


Cadillac
 31/5/18 5:55

Chang yo trabaje en un taller donde había gente que jamas iba por ahi, y me entere que estaban contratados exclusivamente para ir a la caña incluso uno llevaba 4 zafras seguidas cortando y en tiempo muerto,a parte de sus vacaciones era el asignado par alas movilizaciones, que también se hacían de chapear caña y estaba metido permanentemente en una de esas brigadas. Yo tuve que ir a cortar caña unas cuantas veces, pero despues me libré de esa gloriosa gesta -mas gloriosa si es caña quemada-, priero porque en Autos Nuevos yo era el que reparaba las baterías de los autos y en pleno periodo especial tenía muchisimo trabajo, luego comence a pinchar en la base de camiones del MINAZ y ya ahi teiamos que garantizar el transporte de la gramínea no fui a la caña pá nadie...ni ahora tampoco

Elza
 23/4/18 12:05

Si un sector es decisivo en impulsar la economía de nuestro país es la juventud, que está llamada a tener mayor protagonismo tal y como hicieron nuestros líderes históricos en su momento.

alz
 21/4/18 18:42

Hay que recuperar esa capacidad movilizativa, sobre todo cuando se trate de tareas tan importantes como la zafra azucarera que aporta directamente a la economia del país, sin plantilla infladas pero si con hombres que den su aporte incondicional, debemos estimular la vinculación de los jóvenes a las labores agrícolas y no hablo solo de trabajos voluntarios, me refiero a personas que lo asuman como forma de vida y de sustento económico, hay que estimular eso en todos los territorios de eso depende en gran medida el desarollo de nuestra economía.

Cadillac
 31/5/18 5:57

amigo pon los pies en la tierra, ya los mas jovenes piensan en otras cosas y decirles caña o labores agricolas, a no ser que sean los dueños de la  finca o que trabajen para un particular que les paga 100 pesos diarios cn almuerzo incluido (si 100 pesos diarios y almuerzo no digo mentiras) dudo mucho que se hagan otra vez grandes movilizaciones y ellos participen.

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Elio Antonio
 10/4/18 15:41

Hola:-)

 

Ahora la plantilla inflada está en los barrios. Cualquier cantidad de hombres y mujeres jovenes en cualquier cosa, menos, en producir valores para la sociedad.

 

Saludos;-) 10-04-18 / 03:29 pm

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