A la Unión de Periodistas de Cuba en Villa Clara se le ocurrió hace un par de meses organizar a sus miembros jubilados en lo que unos llaman círculo especializado, y otros prefieren decirle club o grupo. Dicen que en predios habaneros rechazan el calificativo de jubilado.
La cifra de integrantes va en aumento y recientemente se incorporó el hasta hace unos días director de la emisora municipal Radio Sagua, Orlando Manrique, quien hizo el número 20 de los asociados al colectivo de trabajadores de la prensa que concluyeron por primera vez su vida laboral activa.
(No era este párrafo el que iba después del segundo, pero se lo estoy agregando en este instante porque Elsa María, quien revisa este texto de cada viernes, sugiere aclarar la frase “que concluyeron por primera vez su vida laboral activa”, que es una manera de aludir a los que una vez jubilados, nos volvimos a contratar.)
Empezando por el último que se incorpora, Manrique, también Leonor Esther Martínez, Marta Hernández Casas, Joel Carrazana y yo nos volvimos a recontratar. Algunos tenemos más centros de trabajo que cuando estábamos en la plantilla de una emisora, un periódico, una agencia noticiosa, u otra institución.
En el caso que más conozco: el mío, aprovecho las bondades de los tiempos modernos para laborar en varios lugares con el uso de nuevas tecnologías de la información y las comunicaciones: Internet, mediante adsl, o navegación por datos en móviles, que facilitan el trabajo (teletrabajo) a distancia.
Y también existe el beneficio de la actualización del modelo económico para construir el socialismo en las condiciones presentes y del futuro inmediato, pues porque ya no existen limitaciones legales para la contratación es que puedo ser trabajador habanero con dirección en la provincia de Villa Clara.
Otro paso positivo para jubilados o no en la actualización es la todavía insuficientemente bien aprovechada modalidad del pluriempleo que permite tener más de un centro de trabajo.
De los 20 jubilados miembros de la Unión de Periodistas en Villa Clara, cinco de ellos nos econtratamos “teletrabajando” gracias a las TIC, que son disfrutadas hoy por los jóvenes, porque los viejos, que fueron jóvenes, las crearon.
Lo que todavía llama la atención es que al jubilarnos, por ejemplo, en el cargo de Redactor reportero de prensa, no podemos volvernos a contratar en él sin los trámites para solicitar una autorización. Ya que no somos capaces de estimular que una persona no se jubile ¿por qué no aprovechamos toda su experiencia si desea recontratarse?
Quizás el trámite sea expedito, sin contratiempos, rápido, pero como estamos tan acostumbrados a tortuosos caminos llenos de planillas, solicitudes de entrevistas… difícilmente alguna administración de un centro de trabajo decida emprender tamaña empresa de pedir una autorización excepcional y entonces cuando decide recontratarlo, lo hace en otro puesto laboral.
Por favor, consideren que esta es nuestra participación en el foro de Cubahora Los jóvenes cubanos de hoy son… y lo mismo comente en él que en este, su espacio de cada viernes.
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