Cuando por estos días se habla de preservar el patrimonio histórico, tanto los materiales como inmateriales, se piensa mucho en los recursos electrónicos para lograrlo, pero no siempre ha sido así, pues durante siglos el soporte de papel tuvo el predominio.
Después del desliz de fallar en una felicitación de cumpleaños, apelé a una hoja arrancada a una libreta escolar para anotar el día y el mes en que debía ir al correo e imponer un telegrama. Aquellos mensajes eran transmitidos a través de los teletipos, artefactos muy ruidosos considerados modernos, que desplazaron los aparatos que usaban clave de Morse, una combinación de silbidos cortos y largos que formaban las letras.
Sin embargo, por segundo año consecutivo volví a olvidar la fecha del onomástico, porque el papel que sacaba del bolsillo de una camisa para la otra cada vez que me cambiaba, quedaba olvidado y no lo consultaba en el momento oportuno.
Es 20 de febrero, casi está a punto concluir el día, enciendo la computadora para escribir sobre la constitución del círculo especializado de periodistas jubilados de la prensa y en la parte inferior derecha de la pantalla, aparece que es el cumpleaños de Livia Reyes.
No hubo que apelar a la hojita de papel con el apunte, pero gracias a la nueva tecnología, que dentro de poco será vieja. A través de Facebook le envié la felicitación mientras recordaba que hacía pocas horas nos reunimos casi 15 personas de más de 60 años de edad que habíamos trabajado en la radio, la televisión, la prensa escrita y en una agencia de noticias.
Todos habíamos redactado materiales periodísticos en máquinas de escribir y las habíamos dictado por teléfono o enviado a través de los teletipos, y usado grabadoras que podrían haber pesado de 5 a 10 libras, así como cámaras fotográficas con las cuales debíamos calcular la intensidad de la luz para regularlas, pues en los inicios carecían hasta de un elemental fotómetro para la medición.
En todos los casos, el papel fue un valioso instrumento de trabajo, de esos hombres y mujeres que le dedicamos la vida al periodismo. De una u otra manera, redactábamos sobre él, o cargábamos con una agenda en la cual anotábamos las coberturas periodísticas asignadas, o los temas que debíamos abordar, así como las numerosas reuniones, y por supuesto, también los recordatorios de asuntos personales y familiares como los cumpleaños.
Sin leerlo, de memoria, la presidenta de la Unión de Periodistas de Cuba en Villa Clara miró a todos sus colegas de la cuarta edad, y más o menos dijo: Como se ven ustedes, nos veremos nosotros porque nosotros también nos veremos como ustedes, y seguidamente explicó los proyectos de esa organización con los jubilados.
En animada charla, varios colegas me dijeron que yo no estoy jubilado, y que en todo caso soy el más activo de los jubilados porque soy el que más centros de trabajo tengo: autor de este espacio semanal El Foro que tiene cinco años de existencia, así como Comunicador Social en el Gobierno de Villa Clara, y Gestor de Redes sociales en el periódico Trabajadores, y dos secciones confeccionadas en trabajo voluntario: A la vista y Flashazo en el semanario Vanguardia de Santa Clara.
Admitida la observación de los colegas, pero en un alto porcentaje, eso ha sido posible gracias a las actuales nuevas tecnologías. Ya les digo, si todo dependiera del papel, no podría hacerlo mediante el teletrabajo, una modalidad laboral que me permite estar en dos centros laborales en La Habana, y dos a casi tres kilómetros de distancia de mi hogar, desde donde realizo mis faenas a través de Internet y los teléfonos fijos y móviles.
Y de más tiempo puede disponerse para el trabajo o el descanso al pagar las facturas telefónicas y eléctricas desde la comodidad del hogar, sin tener que dedicar tiempo a largas colas ni soportar el posible mal trato de una empleomanía carente de buenos modales.
Sin dudas, para todos es vital el desarrollo tecnológico, pero, aunque para alguien pueda parecer increíble, los de avanzada edad somos muy beneficiados.
Elio Antonio
23/2/19 10:32
Hola :-)
Para mis intereses en promocionar el "uso correcto" de las TIC, esté artículo me parece genial, en especial:
"eso ha sido posible gracias a las actuales nuevas tecnologías. Ya les digo, si todo dependiera del papel, no podría hacerlo mediante el teletrabajo, una modalidad laboral que me permite estar en dos centros laborales en La Habana, y dos a casi tres kilómetros de distancia de mi hogar, desde donde realizo mis faenas a través de Internet y los teléfonos fijos y móviles.
Y de más tiempo puede disponerse para el trabajo o el descanso al pagar las facturas telefónicas y eléctricas desde la comodidad del hogar, sin tener que dedicar tiempo a largas colas ni soportar el posible mal trato de una empleomanía carente de buenos modales.
Sin dudas, para todos es vital el desarrollo tecnológico, pero, aunque para alguien pueda parecer increíble, los de avanzada edad somos muy beneficiados."
Saludos #DesdeGuantánamo ;-) (23-02-19 / 10:29 am)
senelio ceballos
23/2/19 5:58
CHINO...llevo annos gritando!! alertando!! proponiendo!! instando!!...BASTA de comprar LADAS y ferrobus a los busines rusos...HAGAMOS empresas mixtas para producirlas aqui en CUBA COMO CHURROS y poderle vender a profesionales, trabajadores , periodistas e intelectuales MINI-LDAS-OKA..suer econonicas y poner en cada municipio FERROBUS....Eso si seria..TRANSFERENCIA DE TECNOLOGIAS.......Lo que esta haciendo en nuevo ministro de transporte es meternos mas en deudas externas por compra. compras y mas compras.......QUE CARAY TU HABLANDO DE TECNOLOGIAS..jajaja Gracias Lic.Chang por sus buenos articulos
Narciso
22/2/19 14:52
Chang, buen tema y mejor comentario del mismo. Los que no somos nativos digitales también podemos usar la tecnoogía a nuestro favor, de lo cual, tu eres un buen ejemplo.
Arturo Chang
23/2/19 17:36
Narciso, he pensado muy seriamente que es falso que los viejitos no podemos aprender a usar las nuevas tecnologías.
El que está apto para aprender, es seguro que aprende.
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