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viernes, 17 de enero de 2025

Ayudar puede ser dificil y peligroso

Aunque parezca increíble, antes de prestar ayuda o apoyo, hay que pensar cómo hacerlo...

Félix Arturo Chang León
en Exclusivo 17/01/2025
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Ayudar puede ser dificil y peligroso
El que recibe auxilio puede hacer peligrar la vida de quien lo quiere salvar. (Alfredo Lorenzo Martirena Hernández / Cubahora)

Hubo años en que era difícil que algún niño de una localidad marítima como Casilda no supiera nadar, aunque siempre había excepciones, raros casos, pero los hubo como el de un pescador que en los años 70 del siglo pasado estaba cerca de la jubilación sin que hubiera aprendido siquiera a flotar en las aguas.

La existencia de ese sexagenario que desde pequeño salía a pescar, pero nunca aprendió a nadar, fue tema de conversación de un grupo de niños que llevaron la charla hacia la necesidad de saber cómo salvar la vida de alguien que se estuviera ahogando.

Al escucharlos, intenté contradecirlos, pues lo lógico es que si alguien está a punto de perder la vida, y recibe apoyo, lo acepte, pero en una algarabía, cada uno tratando de decirlo a su manera, explicaron que a punto de morir, el desespero impedía la ayuda.

Aunque los dejé con sus discusiones, desde lejos escuché a los que más gritaban, afirmaban que los salvavidas aprenden cómo evitar un abrazo mortal del que se está ahogando, e inmovilizarlo para poder darle ayuda.

Han pasado los años, y la vida le ha estado dando constantemente la razón a aquellos niños, pues no solo es complicado tratar de ayudar a los que están a punto de ahogarse, sino que es necesario pensar bien cómo auxiliar a cualquiera que tenga un problema.

No todas las personas aceptan el socorro, y unos lo rechazan de manera amable, pero otros se vuelven asperos, lo cual puede ser porque sienten heridos sus sentimientos, al estar habituados a ser ellos los que apoyan a los demás.

También están quienes consideran que se trata de un favor que les cobrarán algún día como una deuda, o porque piensan que la intención es demostrarle superioridad y una burla a su condición de vulnerabilidad, transitoria o permanente.

En estos casos, hay que proceder con cuidado al hablar, y ofrecer la ayuda sin herir susceptibilidades, y es algo que depende de muchos factores, que van desde las características de las pesonas involucradas, hasta las situaciones.

Las complicaciones pueden tornarse peligrosas para quien buenamente pretende ayudar, pues están quienes se aprovechan de la bondad y mientras más apoyo reciben, más exigen de manera directa, indirecta y muy sutil.

Se debe estar alertas igualmente ante quienes valoran que no han sido tratados como merecen, y consideran que debió de haberse hecho mucho más por ellos, y en estos casos manifiestan enojo en vez de agradecimiento.

Tampoco faltan quienes creen que los demás no tienen ningún problema en absoluto y deben ponerse totalmente en función de prestarles ayuda, y apelan al chantaje emocional.

Hay de todo, menos una fórmula única para prestar ayuda, pero al cabo de los años, no queda de otra que darle la razón a aquellos niños cuando decían que quien quiere ayudar al que se está ahogando, tiene que aprender a hacerlo para evitar morir junto con el que no sabe nadar.


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Félix Arturo Chang León

Periodista cubano de origen chino que nació y vive en Cuba. Santa Clara. Dirigió el periódico Vanguardia durante 16 años.


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