viernes, 20 de septiembre de 2024

Disfunción eréctil y estilos de vida

¿Cómo evitar la disfunción eréctil? ¿Tiene que ver esta con la edad o con el estilo de vida?...

Alberto Jesús Quirantes Hernández
en Exclusivo 12/05/2014
6 comentarios
Difusión erectil
Una mejor forma de vivir propende a aumentar el deseo sexual.

La disfunción eréctil es la incapacidad repetida de lograr o mantener una erección lo suficientemente firme como para tener una relación sexual satisfactoria.

Las comidas saludables, la práctica sistemática de ejercicios físicos, eliminar el exceso de libras sobrantes, dormir bien, equilibrio emocional, dejar de fumar y abandonar el alcoholismo y otras drogas, son medidas a practicar de manera simultánea, pues en una importante cantidad de casos pueden cooperar en revertir esta cuestión de manera decisiva.

La adopción de sanos estilos de vida es una importante ayuda y no requieren la indicación de determinados medicamentos para solucionar el embarazoso problema.

PRESTARLE ATENCIÓN

La disfunción eréctil puede llegar a considerarse como primer aviso de un futuro desarrollo de enfermedades del corazón.

Según una investigación realizada  en el  Centro de Salud de los Hombres de la Freemasons Foundation de la Universidad de Adelaida, en Australia, publicada en la revista Journal of Sexual Medicine, “una erección es un evento hidráulico que depende de la dilatación de los vasos sanguíneos que llevan sangre al pene. Esos vasos sanguíneos son similares a los que suplen sangre al músculo cardiaco".

Por eso la disfunción eréctil en la mayoría de los casos se relaciona con el desarrollo de enfermedades cardiacas, pues los vasos sanguíneos en general no se dilatan de forma adecuada.

Los autores del estudio señalan que gran parte de los hombres evaluados en la investigación fueron capaces de superar la disfunción eréctil con cambos hacia estilos de vida saludables, también beneficiosos para el corazón, al mejorarse el sistema circulatorio, sin necesidad de utilizar medicamentos.

OTROS GRANDES BENEFICIOS

Los cambios favorables en los estilos de vida garantizan una vida más larga y  mucha más salud.

Siempre se gana eliminando la obesidad, manteniendo una dieta saludable, practicando sistemáticamente actividades físicas, durmiendo lo suficiente, combatiendo el estrés y eliminando destructivos hábitos tóxicos. Se experimenta un mayor bienestar y se reducen el riesgo cardiovascular y de padecer diabetes tipo 2, entre otros señalados beneficios.

LOS AÑOS NO PESAN TANTO

Aunque la disfunción eréctil con frecuencia se le atribuye al paso de los años, no es menos cierto que una cantidad significativa de hombres mantiene una adecuada función eréctil hasta edades avanzadas.

Por lo tanto, no es nada lógico considerar al envejecimiento en sí mismo como la principal o única causa de este desarreglo sexual. La disfunción eréctil no es necesariamente una parte inevitable del paso de los años.

Son otros los factores con un papel incluso mayor en el desarrollo del problema. Al  parecer se relacionan más típicamente con estilos de vida malsanos y  poco saludables.

FUE REAL

En la investigación australiana se pudo demostrar que se experimentó una evidente mejoría de la función sexual en los hombres donde se perfeccionaron sus hábitos de salud y estilos de vida.

Pero sucedió todo lo contrario en aquellos donde sus costumbres inadecuadas se mantuvieron o empeoraron en los subsiguientes cinco años, pues fueron más propensos a esta  incómoda dificultad en sus relaciones sexuales.

DISFRUTE Y HAGA DISFRUTAR

Para resolver el problema, inicialmente se pudiera comenzar a utilizar fármacos, siempre correctamente indicados,  pero al mismo tiempo modificar favorablemente los estilos de vida.

Mantener una vida física y psíquica más saludable puede hacer más efectivos los medicamentos contra la disfunción eréctil o hacerlos menos necesarios con el paso del tiempo. Pero también una mejor forma de vivir propende a aumentar el deseo sexual. Quienes cambian para bien de ellos mismos recibirán gratas sorpresas.


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Alberto Jesús Quirantes Hernández

Profesor Consultante y Jefe del Servicio de Endocrinología del Hospital Docente Dr. Salvador Allende en La Habana, Cuba.

Se han publicado 6 comentarios


Max Miller
 27/12/16 14:59

Gracias por el artículo, sin dudas es de inspiracion y reflexion para quiene creen que todo se soluciona con medicamentos. Además de eso, es importante tener un estilo de vida saludable.

Edison
 23/6/15 13:16

Muy interesante artículo.

Les cuento mi historia.

Hace unos años empecé a notar que mi deseo sexual disminuía. Con el paso del tiempo apareció también disfunción eréctil.

Me animé mucho al ver uno de los programa de Pasaje a lo desconocido en cuanto a tratamientos nacionales.

Y aunque he visitado sicólogo, médico de la familia y urólogo he llegado a la conclusión que son pocos los que realmente conocen algo sobre el tema y yo no he tenido la suerte de tropezarme con ninguno.

Le dan todo el crédito a las causas sicológicas pero no tienen en cuenta nunca las hormonas que pueden influir en el deseo sexual.

Tengo muy buena comunicación con mi esposa. No tengo ningún trauma de la niñez. No tengo inclinaciones homosexuales. Y tengo tanto estrés como cualquier cubano que trabaje en una oficina sin cargos de mucha presión.

Hago ejercicios físicos moderados a diario.

He investigado por mi cuenta sobre posibles causas y con un empujoncito también del Dr. House aprendí que no solo la testosterona tiene un papel fundamental, otras hormonas también pueden influir como la prolactina.

Una hiperprolactinemia también puede conducir a disfunción sexual.

Paradójicamente cuando le he hablado a los médicos al respecto me dicen: tienes bien distribuido el pelo en tu cuerpo, estás calvo, no tienes problemas de testosterona. Y: la prolactina es de las mujeres.

Ante tales argumentos dan deseos de preguntar: ¿y para qué son entonces los análisis de sangre?

:(

Pues sigo buscando un médico y de paso estoy preparando una presentación para ver si logro convencer a alguno de que me mande a hacer un análisis de sangre para ver como están mi testosterona y mi prolactina.

Dr. Alberto Quirantes
 18/5/14 9:05

Estimado Sr. Arístides: Como algunos lo habrán notado, mi artículo es de “tiro oblicuo”. Apunta a un tema llamativo con la intención de dar en la diana en un tema “secundario” y es con el objetivo de disminuir las enfermedades cardiovasculares a través de la práctica sistemática de estilos de vida saludables, pues es una de las primeras causas de muerte y discapacidades en nuestro país. Pero en el “tema llamativo”, ni todos los teóricamente aptos por la edad tienen el mejor desempeño y de eso, como Ud. dice, “prefieren no hablar”, lo cual es un error pues se debe buscar asistencia especializada, y otros de mayor edad la están pasando muy bien. Una gran cantidad de las llamadas enfermedades crónicas hacen su aparición cuando no se mantiene una agradable disciplina en cuanto a peso, alimentación, actividades físicas, hábitos tóxicos, etc. Una buena alerta temprana es la disfunción eréctil. No todo funciona al cien por ciento, pero vale la pena probar hacia todo lo que sea positivismo y próspera salud. Como ya dije, solo se gana y nada se pierde y pueden aparecer agradables sorpresas, y no solo en lo sexual, sino en el retroceso de molestas y/o peligrosas enfermedades a las que muchos ya se habían acostumbrado o resignado. A todos los lectores los invito a que revisen los títulos de mis otros artículos. Pudieran encontrar temas de interés para el mejor desempeño físico y mental en su tránsito por nuestro planeta. Mis saludos y quedo a su disposición, Dr. Quirantes

Esperanza
 20/7/15 16:38

Dr. Quirantes, ante todo muy intersante su artículo y comentario, pero necesito saber a dónde acudir ante una sospecha de Disfunción Erectil en La Habana. Gracias de antemano.

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Arístides
 16/5/14 4:53

Respetado doctor Quirantes, eso de la disfunción eréctil es un tema, que sin exagerar, se puede considerar que el 99,99999…% de los que la padecen, prefieren no hablar. Y preguntarle a uno mayor sobre su desempeño, es tanto o más que mentarle la madre, y dirá que eso no va con él. Qué no tiene problemas. Si ahora lo hago, por creer estar incluido en el 0,0000…1…% del resto, es porque mi avanzada edad me da el respaldo moral para tocar este tema cuando mi caso no tiene marcha atrás, y desde hace mucho ¡pero mucho! no logro una erección ni al compás de las vibrantes notas del himno nacional. Contribuyó a mi problema, la aparición de una cardiopatía, a poco, diabetes, y para remachar el clavo, cáncer de próstata. Ni el legendario médico chino hubiera podido ayudar con su sapiensa a eliminar las causas y mucho menos los efectos. Y quiero compartir una anécdota de cuando me comenzó ese problema: El urólogo que me atiende desde la aparición del cáncer, probando varios remedios, me regaló un pomito de 9, de los de muestras, de las tan conocidas y perseguidas “pastillitas azules”. No quise demorar en probarlas, y esa misma noche, una no bastó. A la segunda, dos y nada; a la tercera tres, y tampoco; y las cuatro restantes de una vez, y nananina. Cuando le conté de los resultados a mí médico, por poco se orina de la risa, aunque me metió un regaño de padre y muy señor mío. El experimento pudo haber tenido fatales consecuencias. ¿Verdad? ¡Qué a nadie se le ocurra repetirlo!

Egly Romero Aguilera
 13/5/14 12:06

Los artículos leídos son muy interesantes para todos. Seguirlos al pié de la letra es vital para una vida saludable.Se los recomiendo. Soy su paciente desde el 2004 y la verdad que lo admiro y respeto por su profesionalidad y resultados.

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