Conocer que era de él bastaba, al menos para los de mi generación y los de más arriba (en años). Contra la COVID-19 era más que suficiente, pero si además era contra Trump, ¡demasiado! Porque uno no sabe a quién le tiene más roña… ¿O sí?, pues con el bicho verde uno puede ser paciente y tomar medidas…; pero con el otro fosforescente, nadie, nadie tiene la medida de sus disparates y la paciencia se agota, por lo seguido que los dice y lo poderoso que son. Para colmo, lo presentó, ¡en el Noticiero Dominical!, el profesor Calviño:
“Con humor la vida fluye, sin humor se estanca. En momentos difíciles como estos que estamos viviendo, el humor es imprescindible, el humor es un excelente aliado, es un excelente compañero de viaje. Ayuda a relajar las tensiones, ayuda a ponernos en mejores condiciones de enfrentar y afrontar la situación difícil. Entonces, ¿cómo no recomendar esta excelente obra de ese grande el humor, que llega a hacer del humor un medio psicoterapéutico? ¡Virulo y sus viruladas! ¡No se pierdan esto! ¡Vale la pena!”.
Seguro que Ud. ya vio el video de “Dale candela”, el tema se estrenó hace unas dos semanas en Radio Rebelde y los primeros en dar el “palo” noticioso fueron los de La Pupila Insomne. Entonces, el Candil del Clip tiene muy poco que agregar. Por eso voy a ir tirando bolas —notas, digo— a ver si los sorprendo con alguna.
Con lo de que "Virulo" es el apodo del autor de la guaracha, ya sé que tengo poca posibilidad de poncharlo, lector, aunque tal vez sí..., si tiene la mitad de Alejandro García, nacido hace 65 años en el Vedado. Por eso la estrofa de: “Yo sí tengo que cuidarme/ de este virus tan funesto/ porque en la tercera edad/ ya no hay piezas de repuesto”. Y también la de: “Yo me siento un muchachón/ cuando esa enfermera viene/ por eso como un cañón/ salgo a aplaudir a las nueve”. El tema es una perla de la picaresca criolla y del doble sentido, a lo Ñico Saquito y El Guayabero.
A Virulo —volviendo al tema— lo llaman así desde el tercer grado, porque una profesora al pasar la lista de asistencia cambió su segundo apellido —por cierto, el segundo mío—, Villalón, por Virulo. Le disgustó al principio, ha contado, pero con el tiempo y mucho chucho —imagino—, se acostumbró, ¡hasta el punto que lo escogió como nombre artístico! Un nombre que ya concentra un “peso completo” en el humor inteligente, del mejor humor de Cuba y de México.
El sabroso tema y el video —se imaginará— lo cocinaron en las difíciles condiciones que impone la pandemia. La grabación musical corrió a cargo de Lania Velzaco y Giosier Rodríguez, bajo la producción de la EGREM. Institución que no ha parado de generar y compartir iniciativas, canciones y mensajes de bien público, con la participación de nuestros más populares cantantes y músicos.
El videoclip que recrea la canción —sencillo en su facturación, pero que armoniza perfectamente con el tono humorístico del tema — fue realizado en 7 días, desde sus casas, por un entusiasta quinteto de los Estudios de Animación del ICAIC, bajo la dirección de ese genio que es Jorge Oliver, el creador de la historieta de El Capitán Plin, dibujante de los libros de Chamaquili y el “viejito loco que pone las películas” en Cuadro a Cuadro. Oliver se encargó, además, del storyboard y el diseño de personajes, los animadores fueron Luis Ernesto González, Martin Deyne y William Guevara; Armado Alba fue el que montó y editó el corto.
Por estos días de coronavirus, el equipo de Animación del ICAIC, desde su impronta juvenil y fresca, no solo han producido decenas de posters y spots con mensajes de exhortación a la higiene y la prevención, para entretener y educar, sino que continúan produciendo animados desde sus casas. Cómo lo reportó, recientemente, para TeleSur la periodista Fabiola López. Y hay más, el mismo día 6 de mayo en que se estrenó el video “Dale Candela” fueron donadas al policlínico de 15 y 18 en el Vedado, 50 caretas de protección confeccionadas por el realizador de animados Paul Chaviano. “Esta es la modesta contribución de los Estudios de Animación ICAIC a los valientes que hoy se enfrentan a la COVID-19. Para ellos nuestro eterno agradecimiento” —contaron en su muro de Facebook.
Chaviano es el director de los cortos “Mi Taller” y realizó las escenografías, el atrezzo y los efectos especiales de “Veinte años”. Contó que después de este último filme le compartió la idea de “Mi Taller” a ese grande de la animación que fue Juan Padrón, quien le dio los tres primeros argumentos. Recordemos que el creador de Elpidio Valdés, recientemente fallecido, también lo fue de Vampiros en La Habana, otro clásico aludido en el tema de Virulo y cuyos personajes principales aparecen en el audiovisual.
A propósito de esta institución, les comparto que el padre de Virulo fue fundador del ICAIC y trabajó toda la vida en el Departamento de Trucaje de Dibujos Animados. “Yo me la pasaba colado en todas las exhibiciones del ICAIC, y le robaba el carné y me metía en la Cinemateca a ver las proyecciones que eran para los empleados” —rememoró el cantautor en el programa televisivo Con Dos que se quieran de Amaury. “Y fíjate una cosa muy interesante: como mi papá dirigía el Departamento de Trucaje hacían muchas exhibiciones de películas de ciencia ficción y a mí me encantaban. Vi una cantidad de películas de ciencia ficción desde niño que yo creo que alimentaron mucho mi fantasía, y eso es una cosa que no me ha abandonado, el deseo ese de fantasear, de imaginar un mundo distinto del que vivimos. Eso no me ha abandonado nunca” —añadió.
A “Dale candela” lo recibimos con beneplácito los que demandamos otra cualidad para el humor que se hace en Cuba, en el llamado “país del choteo”. Donde prepondera un humor demasiado vulgar y soez, que recurre al facilismo, a burlarse del público y estirarles el pellejo a nuestras carencias, y que se imanta, demasiado, a los gustos de los bolsillos más pesados. “Dale candela” es una fresca brisa, desde lo estético y lo ético. Continuidad en el devenir de Virulo, y también una muestra de otro hacer posible y necesario. Ojalá, sirva de ejemplo a otros humoristas.
Se extrañaban temas como este y como los incluidos en su disco Cuba si, yanquis ¿qué? (EGREM 2015), un disco exquisito y que dio mucho de que hablar. Por eso nos alegró tanto el rescate por La Colmenita de La Historia de Cuba, vista por Virulo, cuyos fragmentos fueron presentados en la tercera temporada de La ColmenaTV. Donde, por cierto, conocimos que Calviño, fundador del grupo Moncada, participó con un originalísimo método para trascribir canciones. ¿Lo sabía?
Hace unos meses, el reconocido humorista y trovador cubano comentó sobre lo mal acostumbrado que está ya el púbico nuestro. “Como humorista que soy esperan que hable de las situaciones de Cuba, de lo que está pasando. Esto se ha convertido quizá en un lugar común dentro del humor cubano, que los trabajos humorísticos tengan una dosis de crítica. Las personas están esperando que uno llegue a decir todo lo que anda mal, y como hay muchas cosas que andan mal…” —dijo Virulo—. “Y mi trabajo no propone eso justamente, sino hablar un poco de todo y situar, a mi juicio, las cosas en el lugar donde deben estar. Si bien es justo criticar los problemas, lo es también reconocer lo que ha hecho Cuba. Entonces, no puede ser un trabajo hipercrítico, que es lo que desgraciadamente está pasando con el humor”.
Sobre la ausencia en nuestra sátira escénica de personajes como Trump, expresó: “Por ejemplo, en el caso de Donald Trump no entiendo cómo un personaje tan nefasto no ha sido agarrado por los humoristas de este país, pues es demasiado fácil para hacer humor sobre él”.
No sé si por fin logré compartirle una nueva (y buena) nota. Pero de que Virulo y Oliver sí la pusieron buena, ¡de eso sí estamos convencidos!
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