Febrero ya casi llega a su fin. Como casi siempre ocurre, el tiempo corre indetenible por nuestro lado, a pesar de que la vorágine no nos permita dedicarnos a contemplarlo y en muchas ocasiones, ni siquiera a organizarnos bien su utilización y disfrute. Sin embargo, él siempre está, o mejor dicho, corre sin detenerse arrastrándonos hacia un futuro, la mayor parte del tiempo, inimaginable.
Con febrero quedan atrás el tan difundido día del amor, el primer beso de unos, la despedida de otros, el recuentro de muchos, el placer de la victoria o el dolor por la derrota, en fin, las alegrías y tristezas que van aderezando la vida de todos y se repiten una y otra vez a lo largo del tiempo. Mas, en esta ocasión, febrero también lleva consigo un hecho extraordinario que, según platean algunos en Facebook, no volverá a repetirse en nuestro tiempo de vida, pues solo ocurre cada 823 años.
Aunque tal vez no lo hayas notado, este mes que casi llega a su fin, tiene la peculiaridad de contar con 4 domingos, 4 lunes, 4 martes, 4 miércoles, 4 jueves, 4 viernes y 4 sábados. No obstante, si bien esto constituye una curiosidad, no hay que esperar, como dicen muchos, 823 años para que se repita. Según pude comprobar, cuando el período es de 365 días, el fenómeno se reitera a los 6 años y a los 11 cuando son 366. De aquí que en 2023, 2034, 2040 y 2051… volvamos a estar en presencia de este hecho, ocurrido por última vez en el 2006.
En fin, al parecer febrero no solo marca la existencia, cada 4 primaveras, de los años bisiestos, sino que sus 28 o 29 días, según el caso, también nos reservan, como diría el colega Héctor Villar, una jugada perfecta, o mejor dicho, un cuadrado perfecto, aunque no ocurra cada 823 años. ¿Curioso verdad?
Términos y condiciones
Este sitio se reserva el derecho de la publicación de los comentarios. No se harán visibles aquellos que sean denigrantes, ofensivos, difamatorios, que estén fuera de contexto o atenten contra la dignidad de una persona o grupo social. Recomendamos brevedad en sus planteamientos.