lunes, 16 de septiembre de 2024

Intentan golpe de Estado contra Honduras

La presidenta Xiomara Castro denunció que se fragua un plan contra su gobierno...

Clara Lídice Valenzuela García en Exclusivo 31/08/2024
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Honduras
La presidenta de Honduras, Xiomara Castro denunció esta semana que se fragua un plan contra su gobierno, luego de una discrepancia con la embajadora de Estados Unidos (EE.UU.) en ese país centroamericano

La presidenta de Honduras, Xiomara Castro, identificada como una de las políticas progresistas actuales en Latinoamérica, denunció esta semana que se fragua un plan contra su gobierno, luego de una discrepancia con la embajadora de Estados Unidos (EE.UU.) en ese país centroamericano.

Un mes después de que Tegucigalpa recordara el 15 aniversario del golpe de Estado cívico-militar contra el mandatario Manuel Zelaya, su esposa y gobernante Castro alertó sobre la eventual repetición de aquellos sucesos que ensombrecieron al país.

Al parecer, Washington planea repetir la experiencia golpista. Informes brindados por el periodista norteamericano Benjamin Norton, quien luego de los pronunciamientos de Castro, compartió un artículo del investigador y politólogo Jake Hohston, lo asegura.

El texto revela que en 2009 EE.UU. no solo patrocinó ese asalto contra Zelaya, sino que estaba más preocupado en cuidar su relación con militares golpistas que revertir el fatídico evento ocasionado, dijo, por la influencia que ejercía el líder de la Revolución Bolivariana, Hugo Chávez, en la región.

El artículo de Johnston fue publicado por el Centro de Investigación Económica y Política (CEPR, por sus siglas en inglés), basado “en miles de páginas de documentos de inteligencia militar de Estados Unidos recién obtenidos y en entrevistas con funcionarios hondureños y estadounidenses involucrados en la respuesta de Estados Unidos al golpe”.

Castro alertó: "Se está fraguando un plan en contra de mi gobierno, y eso es importante que lo sepan, ayer atacaron al jefe de las fuerzas armadas y al ministro de Defensa en nuestro país, miren lo delicado que eso significa, un ataque que no podemos permitir porque debilita a la institucionalidad de las fuerzas armadas, no solamente eso, pone en precario el proceso electoral que se avecina”

El comunicado estuvo dirigido a la población que luego de las acciones contra Zelaya libró una batalla diaria hasta la restauración de un sistema democrática con el partido oficialista Libertad y Refundación (Libre) a la cabeza.

En un mensaje en las redes sociales, la mandataria explicó que "la injerencia y el intervencionismo de los Estados Unidos, así como su intención de dirigir la política de Honduras a través de su Embajada y otros representantes, es intolerable. Agreden, desconocen y violan impunemente los principios y prácticas del derecho internacional…"

Es conocido que la ultraderecha latinoamericana, organizada y dirigida por EE.UU., es la punta de lanza de los últimos intentos golpistas en la región. En la mira están Venezuela y Bolivia, dos de los países más ricos de esta área, y ahora Honduras, que mantiene una postura de defensa de su soberanía nacional.

La revelación de Castro ocurre, además, cuando la nación se prepara para las elecciones primarias para las generales del 2025, lo cual  constituye, de manera directa, una advertencia a los eventuales pre-candidatos: si no obedecen, tanto Castro como ustedes sufrirán las consecuencias de la desobediencia.

 

EGO DE WASHINGTON

EE.UU. no pierde la costumbre de considerarse el dueño de América Latina y sus riquezas naturales. Detenido en el tiempo, y con la obsoleta Doctrina Monroe como divisa, intenta mantener el dominio de los territorios latinoamericanos donde en los últimos años, y mediante fórmulas novedosas pero con igual base, además de aprovechar errores cometidos por gobiernos progresistas, ha logrado llevar a las presidencias a figuras de la ultraderecha.

Desde la asunción de Castro, Honduras, que fue dirigida durante décadas por Washington, asumió un proceso de raíces populares y de defensa de la soberanía nacional.

En medio del cerco en que EE.UU. mantiene a Venezuela, y sus continuos planes de desestabilización interna –este viernes colapsó el sistema electroenergético nacional en lo que se considera un nuevo sabotaje contra el pueblo y la Revolución Bolivariana-, la visita que hiciera a Caracas una delegación militar hondureña hizo saltar de inmediato a la embajadora norteamericana en Tegucigalpa, Laura F. Dogu.

Con una injerencista actitud, Dogu advirtió ¨estar preocupada¨ por la reunión sostenida en la capital venezolana por el  jefe del Estado Mayor Conjunto de las Fuerzas Armadas (EMCFA), general Roosevelt Hernández, y el secretario de Defensa, José Manuel Zelaya, con el ministro de defensa suramericano Vladimir Padrino y otros altos mandos, a los que calificó de ¨narcotraficantes¨.

Además, la diplomática afirmó que fue “un poco decepcionante ver oficiales del Gobierno (hondureño)” junto a “miembros de un cártel basado en Venezuela”, cuando (…) Castro, “está en una lucha constante contra los narcotraficantes”.

Casi de inmediato, la inteligencia del EMCFA advirtió un intento de ¨golpe de barracas¨, según denunció el titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores y Cooperación Internacional, Enrique Reina.

El secretario destacó que el ¨golpe de barracas¨(cuarteles) está basado en las declaraciones de la embajadora norteña, ¨porque acusa, dijo, al general Roosevelt Hernández, y porque prácticamente lo ha inmiscuido de estar en (…) narcotráfico con una persona de otro país y el ministro de defensa”.

Apreció la complejidad de las acusaciones de la embajadora pues parten de una funcionaria de otra nación, lo cual constituye en una injerencia en las decisiones internas del Ejecutivo hondureño.

Para Reina, la posibilidad de un atentado contra el gobierno de Castro forma parte de la estrategia política estadounidense, que fabrica noticias falsas –como la acusación contra los militares venezolanos- para luego usarlas de base para sus objetivos geopolíticos, que es el dominio absoluto de Latinoamérica.

Horas después, el canciller notificó a la embajada estadounidense la decisión de su gobierno de ¨dar por terminado¨ el tratado de extradición bilateral firmado en 1912, lo que fue replicado de inmediato por un portavoz del Departamento de Estado.

El representante de la Casa Blanca consideró que “La extradición es una valiosa herramienta de aplicación de la ley que ha beneficiado tanto al pueblo de Honduras como a Estados Unidos. Urgimos firmemente al Gobierno de Honduras a reconsiderar esta decisión”.

Pero nada indica que Tegucigalpa retroceda con el acuerdo, que será dado por terminado dentro de seis meses.

Honduras basa su decisión en las facultades constitucionales del Poder Ejecutivo, que establecen la responsabilidad de  “mantener la paz y la seguridad interior de la República y repeler todo ataque o agresión exterior”, así como el numeral 12, que asigna al Ejecutivo la tarea de “dirigir la política y las relaciones internacionales”.

En ese contexto, Castro convocó al Consejo de Defensa y Seguridad a una reunión urgente para tratar temas relacionados con el crimen organizado y el narcotráfico.

Entre los citados estuvieron el  presidente del Congreso, presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Fiscal General, Fuerzas Armadas y Policía Nacional.


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Clara Lídice Valenzuela García

Periodista


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