Por sus dígitos de las últimas campañas, y el intermitente accionar año tras años de su rival de marras, los monarcas exponentes Diablos Rojos de Santiago de Cuba salían como favoritos frente a los anfitriones Marineros de Cienfuegos, en la disputa por la corona del Torneo Apertura de la 107 Liga Nacional de Fútbol.
La sede del encuentro fue el abarrotado estadio sureño Luis Pérez Lozano, ya que en la fase de grupos los de la Perla del Sur, jugando por la llave A, habían tenido un saldo más altisonante: invictos y dueños de 19 puntos de 21 posibles. Para los indómitos la cota había sido de 14 unidades e igualdad con Guantánamo en el segmento B. Pero habían sacado mejor promedio de goles a favor y en contra que los Titanes del Guaso.
Así las cosas, la tarde presagiaba buena lucha en el Pérez Lozano. Y ambos directores propusieron un sistema de juego 4-3-3. Los santiagueros del técnico Jorge Isaac apostando al juego por las bandas, la velocidad de sus extremos y el tradicional e infranqueable "muro de contención" que exhiben en labores defensivas, encabezados por su central y capitán Erick Rizo. Y también al mejor físico de sus jugadores, de más estatura y peso corporal, factores decisivos en el fútbol mundial.
Mientras, los Marineros del estratega Francisco Carrazana, que no llegaban a una final del certámen doméstico cubano desde el año 2009, fueron fieles a su tradicional sistema de juego: serio y efectivo trabajo en el mediocampo con jugadores como su capitán Neisser Dando y Ariel Chacón, y un tridente de ataque muy veloz y de buena gambeta.
Los inicios del juego mostraron inexactitudes para ambos cuadros. Balones perdidos y fuera de los límites, juego duro -especialmente el de los visitantes- y pocas llegadas al área con peligro.
Pero ha corría el minuto 28 cuando el veloz extremo derecho Jassael Herrera aprovechó un balón que se quedó suelto en el área y lo mandó a guardar en la valla defendida por el arquero Alfredo López para marcar el gol de los Marineros sureños.
Ante el gol, a Isaac solo se le veía ejecutar señas de subir al ataque, aunque se dejasen espacios libres. Y casi al escucharse el silbatazo final del primer tiempo por parte del internacional FIFA holguinero Yasiel Martínez, llegó un autogol del capitán y volante de contención cienfueguero Neisser Sandó (45+1) que propició la paridad para los locales.
La mayor estatura del delantero Randy Revé le privó de tener mayor visibilidad y no pudo evitar el golpe del balón en su anatomía. Y así se fueron al descanso.
En el vestíbulo, Jorge Isaac Kerol, estratega de los Diablos Rojos santiaguareros solicitó una mayor entrega sobre la cancha para los 45 minutos restantes. Hizo cambios propicios y recogió los frutos.
Los visitantes tuvieron más la pelota y aprovecharon muchos trazos inciertos del rival para, con un letal contraataque, firmar el gol de la victoria en el minuto 76 con asistencia del joven de 17 años Hector Álvarez y gol del veterano de 34, Rafael Esperanza.
Nos faltaban varios jugadores regulares que estaban lesionados. Preparamos muy bien el partido y los muchachos jóvenes dieron muestra de que sí podemos contar con ellos. Nos preocupó el primer gol, pero sabíamos que podíamos levantar el partido y ya vieron ese contragolpe final, comentó el capitán santiaguero Erick Rizo en exclusiva con Cubahora.
Santiago de Cuba y Cienfuegos, junto a La Habana, Matanzas, Holguín y Guantánamo, prepararán condiciones para el inicio del Torneo Clausura, cuyo ganador será el monarca de la edición 107 de la Liga Cubana.
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