Cuando Dánel Castro decida colgar el bate, porque hace tiempo no coge un guante en sus manos, dejará una estela de marcas que lo singularizarán durante muchísimos años. Su constancia, inteligencia y amor por este deporte han sido claves para que se mantenga jugando.
Por estos días casi todo el mundo está pendiente de sus jits para ver hasta dónde extiende el récord. Es el primero que supera los 2400 imparables, también pasará a la historia como el primer pelotero cubano en jugar 29 temporadas.
Dánel anda detrás también de otros guarismos que lo ubiquen o consoliden entre los mejores cinco en dobletes y carreras anotadas e impulsadas, por ejemplo.
En el caso de las impulsadas sostiene un pulso ameno por el tercer puesto en el ranking con Frederich Cepeda, otro «cuarentón veinteañero» (cuarentón por la edad biológica, veinteañero por la que expresa en el campo de juego).
Sin embargo, hay una estadística que distingue a Dánel y su virtuosismo a la hora buena. El asunto no es exhibir altos promedios ofensivos y cuando haga falta el batazo impulsor haya deudas con esa situación de juego.
Dánel empezó esta campaña con 386 veces que ha impulsado el empate o la ventaja (VIEV) desde que hay datos para recoger esa estadística, según los archivos de Benigno Daquinta, y ya suma tres en los inicios de esta sin contar el último partido ante Ciego de Ávila.
Es el líder en esa lista (VER TABLA de los HISTÓRICOS) que solo tiene a tres hombres que superan las tres centenas de VIEV, pues detrás del tunero aparecen Frederich Cepeda (322) y Yordanis Samón (307).
Casi seguro el hijo de Manatí termine esta serie nacional con 400 hombres empujados para el home con el empate o la ventaja para su equipo.
Son esos los turnos al bate que más valorizan el trabajo de los jugadores. Es un duelo con el pícher, que busca dominarlo minimizando los daños, para evitar que el corredor desde tercera o segunda base pueda completar la vuelta.
Solo un hombre hábil, con buen tacto y disciplina en el plato, capaz de hacer ajustes en el swing para conseguir el contacto necesario, logra salir exitoso tantas veces de situaciones así.
De los activos, hay otro quinteto con más de 200 VIEV: Luis Felipe Rivera (230), Yunier Mendoza (225), Edilse Silva (222), Alexander Ayala (219) y Alfredo Despaigne (204). (VER TABLA DE LOS ACTIVOS)
De acuerdo con los cálculos de Daquinta, el que más veces lo logra por temporada entre los que se mantienen jugando en Cuba es Despaigne (17), seguido por Samón (15.35), Dayán García (14.73), Dánel (13.79) y Cepeda (13.42).
Ese escalafón histórico lo encabeza otro granmense, quien por cierto vistió el traje del Team Asere en el pasado Clásico Mundial, Yoennis Céspedes, que en ocho torneos nacionales impulsó 18.13 veces por campaña el empate o la ventaja.
No hay dudas de que todos los mencionados aquí son nombres ilustres, de bateadores consistentes. Todos cuentan con un sentido extra para jugar béisbol y ejecutar bien los fundamentos en los momentos estresantes.
A Dánel hay que hacerle un monumento. Su legado se escribe con letras mayúsculas y ojalá cuando decida colgar el bate se incorpore a la dirección de equipos, es mucho lo que tiene que enseñar y, sobre todo, exigir que se haga bien, como está haciendo todavía él.
Por ahora, sigámoslo; está acercándose a empujar el empate o la ventaja por vez 400. Grande, Dánel.
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