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miércoles, 2 de octubre de 2024

Payasos cubanos: artistas de mucha creatividad

Sobre el quehacer de esos artistas y otros temas, conversamos con el maestro Orestes Pentón Pedraza (payaso Pentón)...

Maya Ivonne Quiroga Paneque en Exclusivo 28/08/2015
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Cartel circo
El payaso tiene que ser muy versátil para poder improvisar ante un imprevisto o un fallo técnico.

En este 2015, el maestro Orestes Pentón Pedraza (Villa Clara, 1940) fue reconocido por la obra de toda la vida. A sus 55 años de vida artística, el payaso Pentón tiene muchas historias que contar.

En el camino recorrido contribuyó a la fundación del Proyecto El patio de los narizotas y los zapatones, sede del Círculo de payasos Erdwin Fernández, del capitalino municipio de Arroyo Naranjo, donde se procura la superación técnico-artística de quienes se dedican a ese arte en Cuba. Asimismo, es miembro del Círculo de Payasos de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.

La historia de Pentón en el mundo de las payasadas tuvo su génesis en 1970, cuando comenzó a laborar en el circo como director artístico y coreógrafo.

“Cuando llegué al circo pude ver el trabajo de los payasos y me empezaron a llamar la atención. En la visita del primer circo soviético a Cuba me impresionó mucho el payaso Yuri Kuklachev (actualmente uno de los payasos más reconocidos en el mundo).

“Yuri, a pesar de ser ruso, se percató de la idiosincrasia del cubano y por eso tuvo tanto éxito en Cuba. Él solo dominaba la Ciudad Deportiva llena de espectadores. En esa época, los payasos trabajaban en dúos, tríos, cuartetos y quintetos. No había tradición de solistas. Me inspiré en su trabajo, pero sabía que requería mucho tiempo de madurez.

”Me di cuenta de que un payaso es un artista integral. Posee muchas herramientas. Yo tenía una base técnica en la cual apoyarme: había recibido clases de danza y de pantomima. Luego tomé clases de malabares.

”Empecé a crear mis propios libretos, con una dramaturgia determinada. Además, fui acróbata en Tropicana como parte del trío Los Atómicos. También hice números de columpio y de cama elástica, sin perder la comicidad”.

—¿Por qué actualmente no existe esa especialidad en la Escuela Nacional de Circo?

—Porque no tenemos maestros de la especialidad. En dos oportunidades he impartido payasadas, técnica básica y montaje de números. Fui el último profesor que laboró en la Escuela Nacional de Arte, pero, por mi edad y mis problemas de salud, ya no trabajo allí. La docencia requiere de mucho sacrificio.

“Uno entra al aula con dos o tres alumnos, comienza a ensayarles un texto, pero eso no se puede hacer en dos o tres días. A veces eran las tres de la tarde y no habíamos almorzado porque estábamos muy imbuidos en la labor de sacarles a los alumnos el payaso que tienen dentro.

”En el aula se imparte la teoría colectiva, pero la técnica básica es necesario trabajarla de manera individual. En estos momentos los payasos cubanos se trasmiten los conocimientos de una generación a otra a través de la tradición oral, sucede igual que con los magos. Tengo alumnos que esporádicamente me visitan para que les trasmita mis conocimientos”.

—¿Qué características debe tener un buen payaso?

—Una buena comunicación con el público, una base técnica artística que se apoye en los malabares, el equilibrio, la acrobacia, el desplazamiento escénico, voz y dicción, un buen libreto que lo apoye, mucho dinamismo.

“El payaso tiene que ser muy versátil para poder improvisar ante un imprevisto o un fallo técnico. Eso se estudia también. En una carpa tiene el deber de relajar al público, mediante el mecanismo de la risa,en los momentos de mayor tensión dentro de un espectáculo donde prima el riesgo.Ellos mantienen el ritmo para que no se caiga”.

—¿Cuál es su opinión sobre los payasos devenidos animadores de cumpleaños?

—La mayoría de ellos tienen una formación empírica y no poseen ninguna técnica. Un buen payaso lo es en cualquier escenario: lo mismo en el circo, en el teatro, en la calle, en una tarima, o en un cumpleaños.

“Precisamente, cuando fundamos el Círculo de payasos Erdwin Fernández, hace dieciséis años, fue para combatir el mal trabajo de los payasos cumpleañeros. Desde el Círculo les explicamos cuál es el objetivo de un payaso: divertir enseñando y transmitir valores morales y éticos a los niños.

”Por otra parte, impartimos clases y talleres sobre la historia de los payasos, así como de maquillaje y vestuario. No obstante, cada payaso debe crearse su propia imagen, donde predomine la armonía con el óvalo facial, el vestuario y el nombre del payaso”.

—Sin embargo, aún sin contar con una Academia, hay algunos payasos cubanos triunfado internacionalmente.

—Por suerte, el payaso cubano es un artista de mucha creatividad. Parece que han sabido crecerse ante las dificultades. Cuando sale un payaso al extranjero tiene un éxito total.

“En estos momentos, Joan Fernández Cabrera (el payaso Cantaleta), que no proviene de la Escuela Cubana de Circo, integra la nómina del circo Ringling Bros and BarnumBailey. Tengo fe absoluta de que los payasos nunca van a morir, aunque nos representen en Cuba o en el extranjero”.


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Maya Ivonne Quiroga Paneque

Periodista, locutora, guionista y directora de radio y televisión

Se han publicado 1 comentarios


Juan Rufino
 24/6/19 10:22

He estado buscando en las redes un petrolífero pasado cubano que junto Edwin Fernández para mi sentaron cátedra pero lo lo he encontrado si mal no recuerdo le llamaban Moralito, además de cómico era músico y casi siempre al actuar se quitaba los guantes el primero era rápido y sencillo el segundo demoras cerca de 5 minutos desplazarlo. Un abrazo.

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