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martes, 1 de octubre de 2024

Dos almas que escapan la una de la otra

Esta obra del cine independiente contemporáneo viene a demostrar que se puede hacer mucho con pocos recursos y buenas intenciones...

Dayron Rodríguez Rosales en Cenesexualidad 11/05/2021
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Ice cream in the cup board
Dicho audiovisual va creciendo a nivel narrativo (Fotograma de la película)

Qué sucede cuando se trata de guardar algo que no se puede preservar, como un recuerdo de juventud o un helado fuera del refrigerador, derritiéndose sin pausa en una alacena. Precisamente, esa última idea le da título al drama estadounidense Helado en el armario (2019), película que exhibiera recientemente Amores difíciles

Dirigida por el también escritor y productor Drew Pollins, joven cineasta que se ha caracterizado desde sus comienzos por su enfoque imaginativo de la realización cinematográfica, esta historia explora el lado más oscuro de lo que sucede en una familia cuando la demencia golpea a una mujer madre de mediana edad y orígenes latinos. 

No obstante, a pesar de los eventos aterradores y reales en los cuales se basa este largometraje, el mismo te hace reír casi tanto como llorar, sobre todo, gracias a sus protagonistas, Claudia Ferri (Carmen) y Dana Ashbrook (Pat), quienes encarnan a un sólido matrimonio que se ve afectado cuando a ella le empieza a fallar la memoria producto del Alzheimer, una enfermedad neurodegenerativa que se manifiesta con deterioro cognitivo y trastornos conductuales.

Entonces, las tomas surrealistas que llevan al público a la oscuridad y confusión de la mente del personaje principal hacen su entrada en ocho segmentos que arrancan 27 años después de que Carmen y Pat se conocen y enamoran casi a primera vista, para luego mostrar la irritabilidad de ella por sus olvidos cada vez más frecuentes y peligrosos, unos episodios de agitación con cambios repentinos de humor. 

Ante todo esto, su devoto y tolerante esposo intenta ayudarla y nunca la hace sentir mal por su situación, así como sus dos hijos, quienes cooperan desde el hogar, y una doctora que diagnostica a la paciente luchan por ralentizar el avance de esta condición y apoyan al esposo en todo lo que pueden.

El rol de la especialista es importante dentro del filme, pues aclara, de una manera u otra, interrogantes como las siguientes: ¿Es más frecuente el Alzheimer en las mujeres que en los hombres? ¿Afecta más a las que realizan mayor trabajo intelectual? ¿Mientras más joven sea el paciente es más agresivo todo? 

Y es que, concretamente, se ha demostrado que las féminas tienen un riesgo dos veces mayor de desarrollar la enfermedad de Alzheimer que los hombres. No por gusto cintas como El hijo de la novia (2001), Lejos de ella (2006), El cuarteto (2012) y Siempre Alice (2014) ―por mencionar solo algunas― tienen a actrices como protagonistas. 

Pero volviendo a Helado en el armario, película que me ocupa en esta ocasión, la misma se alza como un drama conmovedor, respetuoso y aleccionador, a la vez que divertido, o al menos lo más que puede serlo al defender una temática tan seria. 

Dicho audiovisual va creciendo a nivel narrativo y en su media hora final, intensa e inesperada, nos revela un final bastante triste, pero realista, ya que, y aunque Pat pretende ayudar a Carmen a recordar por todos los medios para así mantener vivos sus recuerdos juntos, no lo consigue, ni se enoja con ella tampoco. 

En resumen, que esta historia con una factura modesta, pero digna y efectiva, esta obra del cine independiente contemporáneo viene a demostrar que se puede hacer mucho con pocos recursos y buenas intenciones. 


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Dayron Rodríguez Rosales

Periodista


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