//

martes, 8 de octubre de 2024

Desde los barcos, ¡una luz!

Piezas de barcos se convierten en luminarias atrevidas en la primera exposición de Estudio 11...

Ana María Domínguez Cruz en Exclusivo 25/11/2017
0 comentarios
FAC-Exposición de Estudio 11-1
Primera exposición de Estudio 11 (Ana María Domínguez Cruz / Cubahora)

Llegas a Fábrica de Arte Cubano y todas las manifestaciones artísticas pueden sorprenderte, invitarte a una mirada diferente cada vez. Fotografía, pintura, danza, teatro, música, cine, diseño...todo confluye de manera exquisita.

Hasta el 3 de diciembre allí se multiplicarán los asombros cuando se descubran motores y otras piezas de barco convertidas en lámparas. Sí, parece imposible, pero cada objeto fuera de su contexto originario, puede incluso asumir otras funciones, y puede que en muchos casos, la nueva función otorgada sea más atractiva desde el punto de vista visual.

Es la primera exposición de Estudio 11 que, de manera consciente y organizada, reúne piezas para una misma idea y con un mismo fin. Ania Benítez Lavastida y Julio Alberto Pérez, luego de hacer muebles, stands para ferias y otras obras muy aisladas y sin etiquetas, proponen esta nueva mirada a su desempeño.

El azar, tal vez, llevó a Ania a conocer a Julio Alberto. “Como cliente acudí para pedirle un trabajo gráfico. Estudié derecho y luego licenciatura en Turismo, así que no tenía nada que ver con el arte, aunque mis necesidades de canalizar ciertas inquietudes artísticas habían crecido mucho”.

“Encontramos buena empatía, comenzamos a unir ideas y definitivamente el buen gusto y el impulso creativo de Ania se combinó con lo que conozco como graduado de San Alejandro y de Diseño Gráfico. Nos ha salido bien hasta ahora, y lo mejor, es que tenemos muchas otras ideas”, comentó Julio Alberto.

Alejado un poco del trabajo en computadora, y manteniendo el respeto oportuno por el diseño industrial, Julio Alberto comenzó esta experimentación. Ania propuso atreverse, después de visitar el estudio de Wilfredo Prieto con una amiga, y encontrar allí piezas de barcos, totalmente inutilizables. 

“A partir de un primer encargo que nos hace esa amiga,  empezamos a jugar con las piezas. Eran un montón de cacharros recogidos de un basurero y probamos cómo funcionaban entre ellos. Me gusta la tecnología, la técnica, siempre he sido hábil con las manos, y propiciamos lo que ahora ves en esta exposición”.

“Ahora nos interesa seguir trabajando con luminarias, es una idea que nos ha motivado mucho. Queremos pensar en un punto de vista más industrializado, series de piezas que puedan ser repetibles, trabajando con moldes, tal vez”, agrega Julio Alberto.


Compartir

Ana María Domínguez Cruz

"Una periodista cubana en mi tercera década de vida, dispuesta a deslizar mis dedos por el teclado".


Deja tu comentario

Condición de protección de datos