Una sonrisa perfecta

Tanto a hombres como a mujeres nos gusta tener los dientes blancos y relucientes, pero muchos desconocemos que los dientes de cada persona son de un color diferente, y su oscurecimiento es un proceso natural.

Existen elementos que aceleran su oscurecimiento, como el consumo de bebidas como el té, el café o el vino tinto, y otros alimentos con un alto contenido en colorante.

El tabaco oscurece gradual y significativamente los dientes, contribuyendo al desarrollo de enfermedades de la boca tales como la gingivitis y periodontitis, y ocasionando a los fumadores problemas muy desagradables y visibles.

Un golpe fuerte en los dientes puede que afecte los nervios y los vasos sanguíneos, lo que hace que el diente adopte una tonalidad oscura con el paso del tiempo. En caso de duda al respecto, ante cualquier accidente acude al dentista.

También el consumo de algunos medicamentos puede favorecer la formación de manchas en los dientes.

Aconsejamos el cepillado inmediato después de cada comida durante al menos tres minutos. La higiene es clave para mantener una sonrisa blanca y bonita.

Limpia tu lengua para remover la placa bacteriana que se forma en ella durante la noche. Cambia tu cepillo de dientes, de lo contrario, lo único que lograrás es transferir bacterias a tu boca.

Realizar una visita anual al dentista para hacerte una revisión y evitar la aparición de caries y/u otros problemas bucodentales.

Una sonrisa puede expresar alegría, seguridad, confianza… pero si la dentadura no está cuidada puede mostrar desaliño, tristeza, inseguridad y dejadez de la imagen personal. La estética dental ha dejado de considerarse un capricho y va más allá de motivos de belleza, se ha convertido en síntoma de buena salud y una carta de presentación.

La estética dental se ha considerado un elemento importante en el conjunto de la imagen personal, algunos de los tratamientos para mejorarnos la estética de nuestra sonrisa son el blanqueamiento dental, y la ortodoncia invisible o de colores.

Se dice que es bueno frotarse los dientes con hojas de albahaca, es un blanqueador natural, resulta un antiséptico muy bueno y combate la placa bacteriana y previene el mal aliento.

La cáscara del plátano resulta muy efectiva a la hora de recuperar el color blanco y sobre todo el brillo natural de nuestra dentadura. Debemos frotar el interior de la piel de dicha fruta con nuestros dientes durante un mínimo de 30 segundos.

Ingerir una zanahoria natural, bien limpia y pelada es una ayuda increíble a la hora de mantener la blancura de nuestra dentadura.