No fueron pocos los desconcertados cuando en la década de los 70 del siglo pasado leyeron noticias sobre rendimientos agrícolas informados en toneladas por hectáreas y que al llegar a la bodega le dijeron que las ventas serían en gramos y kilogramos y no en onzas y libras.
Cuando las mayorías empezaron a familiarizarse con esas unidades de medida que ya andaban normalmente por el mundo, en los años 90 de la centuria número 20 surgió un mercado de nuevo tipo que dura hasta nuestros días con otro modo de determinar magnitudes.
De la noche a la mañana, hubo vendedores privados o particulares que lo mismo legales, semilegales que ilegales ofertaban sus mercancías en jarras, jarritos, latas, laticas y potes como instrumentos de medición que también extienden su existencia hasta este instante.
En los inicios eran muy específicos, pues cuando decían lata, aclaraban si era de pera o leche condensada, y hasta hubo una jarra que identificaron con “de cinco libras”, sin importar el peso específico del producto, pues lo mismo era de arroz que de harina.
La clientela quedó totalmente desamparada, pues al final resultó totalmente imposible pedirle al comerciante que tuviera alguna balanza para pesar, y mucho menos que estuviera certificada por la entidad competente para ello.
Roberto González Quesada, octogenario colega tío de Pedro de la Hoz González, con sus ocurrencias habituales escribió uno de sus comentarios en el periódico Vanguardia donde alertaba jocosamente que algún día usarían como unidad de medida el dedal, un protector cónico para proteger el dedo al coser.
Se han cumplido los vaticinios de El Patriarca, como le llamaba Pedro de la Hoz a su tío, quien con la alusión al uso del dedal conceptualizaba que los pillos tratarían de adecuar las estratagemas a las condiciones históricas del momento concreto en que realizarían el acto de esquilmar al prójimo.
Si no es que ya hay algún ladino y pícaro pillo que lo haya hecho, las condiciones son propicias para que al topar precios de productos para la venta en kilogramos, “buenamente” lo quieran porcionar para ponerlo al alcance de los clientes.
Es hora de estar alertas, pues ya ha habido ensayos aislados de ofertar “medio paquete”, lo cual podría crear condiciones para acomodar la mente a que si un paquete tiene un kilogramo, su mitad sea una libra, y no es así.
Un kilogramo tiene 2,205 libras, es decir 2 libras y 0,205 de libras, o más claramente: el kilogramo se aproxima mucho a 2 libras 2 onzas, por lo que vender la libra como si fuera medio kilogramo implica que están robando una onza en cada libra.
No lo escribió Roberto González, pero me lo comentó al saber mi procedencia de una familia de bodegueros: Hay muchas maneras de hacer que la supuesta libra de un producto no tenga 16 onzas sin que uno se dé cuenta.
Por cierto, sin haberme dado cuenta en el anterior párrafo me referí a ser de una familia de bodegueros. Prometo continuar estos temas en próximos post para exponer algunos procedimientos vistos desde los zapatos del vendedor y que podrían intensificarse en próximas horas para burlar precios topados.
juan
13/7/24 13:30
La libra cubana es de 460 gramos por lo que si dividimos los 1000 g de un kilogramo entre los 460 g de la libra cubana arroja que un kg es igual a 2.173913 libras, por tanto todas esas conversiones que han dado son erroneas. Otra cosa increible es que Cuba usa el Sistema Internacional de Unidades (SI) es decir el sistema métrico pero jamás se ha implementado en las bodegas y demás centros de ventas a la población, incluso cuando podía hacerse. saludos
Arturo Chang
13/7/24 22:04
Estimado juan: Muchas gracias por su comentario. En próximos post abordaremos lo que usted plantea en relación con que "Otra cosa increible es que Cuba usa el Sistema Internacional de Unidades (SI) es decir el sistema métrico pero jamás se ha implementado en las bodegas y demás centros de ventas a la población, incluso cuando podía hacerse. saludo"
Juan Carlos Subiaut Suárez
12/7/24 15:07
Estimado Chang: Va a ser difícil que publiquen este comentario, no por que sea transgresor, sino que al parecer, quien se ocupa de tamizar los comentario y recomendar o no su publicación, está de vacaciones o algo así. Al menos, hace mucho tiempo en que lo que envío, no es publicado. A otros también le sucede. Solo quería precisar en las conversiones, según lo establecido en el SI, cuyas reglamentaciones están implementadas por Ley en nuestro país desde el pasado siglo. Un kilogramo, múltiplo del gramo unidad de masa del sistema, tiene una equivalencia para la libra norteamericana de 453,7 gramos, que fue la utilizada con preferencia en nuestro pais y que coincide con la graduación de las pesas Fairbanks utilizada aún en muchos de nuestros comercios y bodegas. Tengo entendido que la equivalente a 460 gramos es la libra catalana, que junto a otras recibimos de España y que casi todas están compuestas por 16 onzas. En un momento dado, quizás por la facilidad en la conversión, se adoptó la misma como libra bodeguera y por el mismo facilismo se adopta el 2,2 como conversor. Así mismo, esa onza, dieciseisava parte de la libra, 1/16 o 0,0625 partes, equivaldría a 28,26 gramos. En cualquier caso, es muy válida tu alerta. Siempre los pillos buscarán un medio para evadir esta y otras leyes y continuar su enriquecimiento a base de las estafas al pueblo.
Arturo Chang
13/7/24 0:25
Estimado Juan Carlos Subiaut Suárez: Me ha extrañado no tener comentarios suyos en este tiempo. Agradezco poder volver a intercambiar con usted. He leído con mucho detenimiento lo que le sucedió en su bodega con las 2 libras y el kilogramo. Lo tendré en cuenta para próximos comentarios periodísticos.
Arturo Chang
13/7/24 0:27
Creo que confundí la respuesta, y la que era para tí, la puse en otra parte. En fin... te reitero mi alegría por tenerte de vuelta a este espacio de intercambios. Siempre ha sido un placer conversar contigo por esta via.
Juan Carlos Subiaut Suárez
17/7/24 14:05
Como ya veo que tuve suerte que me publicaran, voy a lanzar la segunda bolo, esta vez con una sugerencia. Esta temática de las unidades y "unidades" de medición y su relación con el comercio, ya lo abordé en un artículo (a propósito del Día de la Metrología, 20-5-16) El SI y la metrología. ¿Impacto social?), publicado en Cubadebate el 30 de mayo del 2016. Puedo atreverme a recomendarlo, pues recibí valoraciones positivas de expertos en el tema.
J. Enrique
12/7/24 14:26
Hablando de bodegueros y su relación reciente con este tema, al menos desde la experiencia que como cliente he tenido, y que considero debe prestársele atención porque puede ser una "pillería" generalizada. En los últimos meses, como parte de la canasta básica, se le ha estado entregando a la población (al menos de La Habana, no sé si en otros lugares también), 1Kg gratuito de arroz de donación por consumidor. En la bodega donde compro "mis mandados" los bodegueros están despachando 2 libras de arroz por persona, y aunque la cultura general del cubano es bastante amplia como para dominar que 1Kg es más de 2 libras, muchos se van "con esa bola". En mi caso, conociendo "al pájaro por su..." le pregunte a la bodeguera el primer mes que si era 1K o dos libras, y me ratificó que eran 2 libras. En esa ocasión me ponchó por falta de información, porque desgraciadamente no siempre la información del MINCIN sobre la distribución de la canasta básica llega con la oportunidad necesaria. A los pocos días escuché que era 1 Kg, no 2 libras como me dijeron, y por haber pasado varios días no me planté para que me reintegraran los que me habían "tumbado", pero sí les hice saber que conocía el modus operandis de la estafa. Este mes, conociendo que se repetía la distribución del producto en las mismas condiciones, y al escuchar a mi vecina decir que habían llegado 2 libras de arroz gratis a la bodega, corrí enseguida (porque la necesidad de ese producto vital para el cubano es grande), y desde que entré le dije al bodeguero: "me dijeron que llegaron dos libras de arroz gratis por persona, ¿son 2 libras o 1Kg?" La suspicacia se le alumbró en la cara, quizás recordando que ando "tras la huella" y me respondió: "1 Kg!!!" Ni corto ni perezoso le recalqué: "Tú sabes por qué te lo digo". Moraleja del asunto, yo tenía entendido que 1 Kg eran 2.174 libras, pero tomando en cuenta que sean 2.205 como se refleja en la publicación, entonces es fácil entender de dónde sale una parte del arroz que tenemos que comprar a 250 pesos o más, cuando el de la bodega no ha llegado o se acaba.
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