Tercer aniversario de El Foro

En uno de los congresos de la Unión de Periodistas de Cuba (UPEC) del siglo pasado, en el Palacio de Convenciones, uno de los delegados, Héctor Zumbado Argueta (1932-2016), es decir: H. Zumbado, levantó la mano varias veces sin que le concedieran la palabra porque había una larguísima lista de colegas que habían solicitado turno para intervenir.

Ante su insistencia, desde la presidencia lo saludan, y rápidamente dice: “Estoy pidiendo la palabra por una cuestión de orden”, a lo cual muchos se miran entre sí con preocupación y le conceden la palabra.

“Bueno, es por una cuestión de orden, pero de orden culinario, y es que se fijen bien aquí en el restaurante El Bucán del Palacio de Las Convenciones dónde ponen la ensalada que le toca a cada uno. Digo esto porque en el almuerzo me comieron la mía” —logró explicar.

Le contestaron: “¿Algo más, Zumbado?”. Me miró y afortunadamente dijo: “No, gracias”. Imagino que mi cara y mis gestos le inspiraron lástima, pues no sé dónde hubiera buscado ocultarme de las miradas si llega a señalarme como quien le había engullido sus tomates y pepinos.

Al mismo tiempo que se reclinaba en el asiento, Zumbado decía entre dientes: “Por hablar, ahora se fija en mí. Mira, mira con qué cara me mira Jacinto porque se cree que no he hecho la sección (se refería a Riflexiones), pero es verdad que no la he empezado porque no sé todavía de qué será”.

El director de Juventud Rebelde, con evidente impaciencia le espetó: “Zumbado, si quieres puedes salir, haces la sección y después te incorporas”.

“No se preocupe, ya casi está terminada y a la hora del receso la llevo para el periódico —respondió el aludido.

Al otro día leo en Riflexiones las peripecias del autor buscando un tema, hasta que el propio reclamo le reveló de qué hablaría.

Esta es la semana 156 de El Foro, ya hace tres años del primer post El oficio de aprender, y me acuerdo de cómo Zumbado redactaba aquel día su columna en el diario de la juventud cubana e imagino que así sería también cuando publicaba en otros medios de prensa.

Casi seis meses antes, Livia Reyes, directora del Centro de Información para la Prensa (CIP) y de la revista Cubahora, me pedía que entregara un trabajo semanal con el propósito de determinar cómo se redactaría esta sección que comenzaría el viernes 14 de marzo de 2014, Día de la Prensa Cubana.

Sospecho que desde el primer instante había decidido la estructura actual, pues entre cinco notas escritas de diferentes maneras escogió una y rechazó las otras, “porque se parecen mucho a ti”, una frase que la jefa confiesa no recordar.

Partir de un hecho del pasado, recordarlo (hasta con nostalgia), vincularlo con el presente y dejar planteado el tema al final, según algunos colegas, requiere de mucha memoria y es también porque —afirman— a mí me pasa de todo y estoy en todo, a veces hasta donde no debo estar.

Fue el profesor Calviño en su Vale la pena quien dio recientemente la mejor explicación, pues también a él le habían dicho algo parecido. Más o menos dijo: “No es que a mí me pase todo, sino que por hacer el programa, debo estar más alerta que otros y fijarme en esos hechos porque yo tengo que traer esas situaciones a mi espacio de la TV”.

Casi para terminar, extraigo dos comentarios de la primera vez. Tide escribió: “No es fácil, supongo, aún con todo lo que has correteado haciendo lo que tiene que hacer uno de tu oficio, la tareíta que te ha puesto doña Livia. Es de las que hay que ponerse para ella a to’lo que da, pero te creo muy capaz de salir airoso y darnos la satisfacción a tus “fans” de leerte, de comentarte, y de alentarte para que sigas creando. No hay que darte la bienvenida, porque ya hace rato que estás entre nosotros. Un abrazo virtual”.

Arístides sentenció: “Buena divagación sobre lo que has hecho y más sobre lo que harás de ahora en adelante en esta sección de Cubahora que bien te has ganado. Me alegra tenerte a disposición una vez a la semana y todos los demás días. Seguro que disfrutaremos de tus ocurrencias”.

Para terminar: A quienes nos han felicitado por el tercer aniversario de El Foro o por el Día de la Prensa Cubana se los agradezco también en nombre de Martirena, que me acompaña en esta aventura con sus caricaturas todos los viernes.