Estábamos en los duros años del llamado Período Especial, a mediados de los 90, cuando la escasez era creciente, o mejor dicho: todo fue decreciente, pues a cada momento había menos.
El asunto abarcaba el transporte y también llegaba a afectar la tenencia de relojes, por eso era común que alguien requiriera prácticamente horas para ir de un lugar a otro en un trayecto que normalmente se haría en escasos minutos.
Y por supuesto, al faltar las piezas de repuesto o no tener cómo reemplazarlo por otro, cada vez era más raro hallar a algún transeúnte con reloj.
¿Qué hora es? Se adelantó Nitza Villapol Andiarena, o simplemente Nitza, a cortar una petición que tenía pensado hacerle desde hacía varios meses antes, sin saber que la encontraría en la habanera esquina de L y 23.
“Gracias por la hora. Ahora no. Estoy apurada” fue su respuesta a mi pregunta que seguramente no entendió y que apenas tuve tiempo para hilvanar esa solicitud de entrevista sobre cómo se las ingeniaba para hacer, rehacer, componer y recomponer recetas de cocina en medio de un abastecimiento cada vez menor de comida y especias.
Y como tampoco estaba abundante de tiempo y debía encontrar cómo trasladarme desde allí hacia Jaimanitas, postergué la gestión de ese encuentro con la autora del libro Cocina al minuto, que durante más de cuatro décadas estuvo en la televisión en un programa con el mismo nombre del título de su popular obra.
De retorno a Villa Clara después de una breve estancia en La Habana, las preguntas se quedaron definitivamente en el tintero al conocer del fallecimiento de Nitza, esa mujer que a casi 20 años de su desaparición todavía es recordada por muchos, como tampoco se olvida que independientemente de sus recetas, en todos los hogares había inventoras, innovadoras y racionalizadoras en asuntos de preparar el desayuno, las meriendas, los almuerzos y las comidas de una familia.
Realmente, no es que había, sino que hay todavía mujeres (más que hombres) en quehaceres culinarios merecedoras de pertenecer a la ANIR (Asociación Nacional de Innovadores y Racionalizadores), recibir sus más altos galardones o integrar el movimiento de “inventadores”, pues realmente han hecho de la culinaria un acto de magia que convirtiera las cáscaras de plátano en picadillo; los espaguetis picaditos, en granos de arroz, y las más insospechadas semillas tostadas en un aromático grano para confeccionar una tacita de humeante y fuerte café.
Aquellos años de la década de los 90 del siglo pasado parecían los más duros y aunque lo fueron, el respiro conseguido a partir de la siguiente década hizo creer a no pocos que la situación sería irrepetible y que no volveríamos a la receta del arroz microyet, una fórmula que convertía una onza del cereal en un volumen similar al del doble o triple mediante la adición de abundante agua durante la cocción.
Los ingredientes para aquella aguda crisis se debieron una conjunción del recrudecimiento del bloqueo económico, comercial y financiero con la caída del campo socialista y la desintegración de la Unión Soviética, cuyos efectos fueron enfrentados gracias a que los cubanos empezamos a anticipadamente “cocinar” un plan llamado Período Especial, operación militar para enfrentar la Opción Cero (cero petróleo) y que se llamaba a secas: Período Especial, que al ser adaptado a una circunstancia sin guerra, se le agregó: en Tiempo de Paz.
Desde principios de septiembre, a la marcha atrás de la actual administración de EEUU en sus relaciones con Cuba, se une el paso del más potente de los huracanes formados en el Atlántico: Irma, que recorrió prácticamente toda la costa norte de la Mayor de las Antillas, arrasando con cuanto encontró a su paso, incluyendo las plantaciones agrícolas e instalaciones dedicadas a la avicultura y la ganadería.
Y aunque en algunas provincias como Villa Clara y Ciego de Ávila le han puesto un máximo a los precios de los alimentos provenientes del sector agropecuario, el tope se le ha aplicado a lo poco que quedó, por lo cual, mientras llegan los frutos de la recuperación en marzo del próximo año, la cocina cubana vuelve a retomar los procederes de la inventiva de Nitza para convertir en apetitosos platos lo que va apareciendo tenuemente con los llamados cultivos de ciclo corto (boniato, pepino y otros renglones, sobre todo de los incluidos entre las llamadas verduras).
En fin, que acepto la sugerencia de Elsa Álvarez: las cocineras de hoy no hacen Cocina al Minuto, y no al minuto, pero de horas y horas “inventando” qué harán de almuerzo después de la comida, y qué de merienda después del desayuno, un día tras otro, pero… ¡lográndolo! Y Lo logran como un milagro cotidiano.
LEY
5/1/18 11:07
LOS MAS IMPORTANTE ES DAR TODO NUESTRO AMOR A LO QUE COCINAMOS, NO PENSAR QUE HACER CON UN SIMPLE 1/2 PLATO DE ARROZ, ENSALADA DE TOMATES Y PAPAS ASADAS DE COMPRADAS HACE CINCO MESES (LO QUE BIEN REFRIGERADAS) PUDE SER FELIZ UNA NOCHE. NO VIVAMOS PARA COMER, VIVAMOS PARA ESTAR SATISFECHOS CON LO QUE TENEMOS.
ADAPTEMOS NUESTRA COCINA A LO QUE SEPAMOS AHORRAR. PUES A VECES HASTA LA MISMA NATURALEZA ATENTA CONTRA NOSOTROS, CONTRA ELLA MISMA, SIEMBRA EN UNA PARCELITA, EN 1 METRO CUADRADO, EN UNA JARRITO, EN UNA LATICA ALGUNA ESPECIE (AJO PUERRO, AJIES, AJO, CEBOLLINOS, CALABAZA, BONIATITOS, GUAYABA, FURTA BOMBA, LIMON, TOMATE, PAPA, NUCA JUNTES LA PAPA Y EL TOMATE EN EL MISMO LUGAR SE PROPAGAN SUS ENFERMEDADES) SE FELIZ CULTIVANDO Y AHORRANDO Y UNA COCINA AL INSTANTE TENDRAS UNA ALIMENTACION SANA Y ASEGURADA.
lenox
29/12/17 8:48
Pero no se habla de Margot, de quien se dice (figura invisible que hacia posible todas o casi todas las preparaciones de ese programa), no lo digo yo…...
Paloma
18/12/17 14:09
Saludos estimado Chang; las carencias constantes nos hacen crecernos y explotar nuestras potencialidades para rasolver cuanto problema surge en lo cotidiano. Tener la responsabilida de alimentar la familia (léase elaboración de los alimentos) es un reto perenne en nuestro país para los cubanos de "a pie", pero lo logramos como dice su artículo al final.
Agradezco al forista Angel por la síntesis biográfica de nuestra Nitza Villapol. Es cierto que se ganó el derecho a permanecer en nuestro pensamiento y a tenerla en cuenta cada vez que tenemos que "inventar" en la cocina para lograr platos de buen sabor y buena vista.
ANGEL
15/12/17 11:47
Nació en Nueva York, en 1923. Hija de cubanos emigrados por sus ideas políticas. Eso hizo que en su infancia conociera y tratara a Pablo de la Torriente Brau y a otros revolucionarios de la época. Diez años más tarde se radicó en La Habana con su familia, y aquí hizo estudios hasta diplomarse como doctora en Pedagogía, en 1948.
En su acercamiento a la cocina hubo mucho de vocación y un poco de casualidad. Gustó siempre de compilar recetas y un día creyó que resultaría útil publicarlas. Hizo un aporte decisivo al estudio de la culinaria cuando concluyó que la cocina comienza a ser cubana cuando los garbanzos se suprimen del ajiaco. Hasta entonces, ese sopón, que se nutre de muy variadas carnes secas y frescas, no había sido más que el encuentro del cocido español con las viandas de la Isla. La degustación del arroz en las dos comidas diarias como el cereal básico, la presencia de un guiso que "moje" ese arroz, el gusto por lo frito y la preferencia por lo dulce, son constantes en el paladar criollo.
Escritora y conductora de televisión
Sus programas de radio y televisión la hicieron enormemente popular; sus libros batieron siempre récords de venta, y sus colaboraciones en la prensa escrita eran buscadas y conservadas por infinidad de lectoras y lectores.
Pocos autores abordaron el tema de la cocina cubana con tanta extensión y profundidad como Nitza Villapol. La labor de Nitza Villapol fue más allá de la simple recopilación y divulgación de recetas, con todo lo importante que eso pueda ser.
La autora de Cocina al minuto, su libro más emblemático y difundido, enfrentó la cocina también como un problema económico y dietético que forma parte de la cultura y la nacionalidad, y lo hizo con un rigor no exento de vuelo artístico, asegurando que la cocina es un arte, un arte de cada pueblo, un arte menor que forma parte de la cultura de los pueblos.
En la década de 1950, se hace famosa en Cuba por sus libros de cocina, Cocina criolla (1954) y Cocina al Minuto (1958). Ambos libros han sido reproducidos sin su permiso en los Estados Unidos después del triunfo de la Revolución cubana.
Su carrera de escritora la desarrolló en Cuba, por lo que todos sus libros se encuentran registrados en el CENDA (Centro Nacional de Derecho de Autor) y también tienen su Depósito Legal en la Biblioteca Nacional de Cuba. En este caso CENDA, Cuba: NR 1577-2004, Depósito Legal Biblioteca Nacional de Cuba 4/7/2004.
Con el sello de la editorial Científico—Técnica, de La Habana sale a la luz, Desde su cocina, y en sus páginas se antologan más de 350 recetas.
Su larga presencia en la pequeña pantalla impuso la imagen de una mujer simpática, meticulosa, convincente y dotada de un poder enorme de comunicación. Esa era, sin embargo, solo una de las aristas de Nitza Villapol. Detrás de su aparente desenfado, animaba una mujer de cultura y arduos estudios. Lo demostró cuando recibió la encomienda de la UNESCO de escribir el capítulo relativo a la cocina en el libro África en América, que se publicaría en varios idiomas y tiene ya diez ediciones.
Más de 15 títulos, miles de programas radiales y televisivos e infinidad de columnas de prensa, como la que durante años mantuvo en la revista Cuba Internacional que la tuvo hasta el final entre sus colaboradores más distinguidos constituyen el legado de quien ya no está físicamente por lo que habrá que remitirse una y otra vez al mismo para seguir gozando de las delicias de la mesa cubana y del arte y la gracia que Nitza Villapol supo imprimirles.
Cocina al minuto
De 1951 a 1997 tuvo su propio programa de cocina en la televisión cubana, uno de los espectáculos de mayor duración en la historia de la televisión: Cocina al minuto. Este programa fue trasmitido por 44 años ininterrumpidos en Cuba, por la misma emisora, ya fuera Unión Radio TV, Televisión Nacional, Canal 4 ó CMBF TV, realizado en el mismo estudio, ubicado en Mazón y San Miguel, Ciudad de La Habana, y con la creadora y conductora de siempre: Nitza Villapol. Margot Bacallao su inseparable compañera de trabajo, en la pantalla, hacía con Nitza, un dúo inseparable.
Bajo el título Cocina al minuto, abarcando 315 recetas, con una excelente selección de recetas de la colección de los libros que con este título fueron publicados desde el año 1950 y hasta 1988, es en este momento el único que está legalmente en el Mercado de esta autora, que aunque comprado por los hermanos Mestas, conserva simbólicamente el logotipo y sello de Nitza Villapol, inscrito y reconocido internacionalmente como sello familiar y comercial, así como marca, en el registro de Marcas y Patentes de España con el expediente M 266 1902.
Distinción
Murió en 1998 en La Habana, Cuba.
senelio ceballos
15/12/17 9:51
Chino...LA MEJOR en esas cosas creo que se llamaba..NITZA VILLAPOL [EPD]...Ud habla de ella...PERO Habladnos mas sobre esa bellisima maestra!!!...Los jovenes de hoy deben conocer a fondo sobre ella....
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